Hoy ya es público que en 2012 hubo un pago de Odebrecht a gente cercana a la campaña de Peña Nieto, y que en 2013 hubo otro pago a un alto funcionario de la paraestatal PEMEX. De ahí que en 2014, Odebrecht ganara la licitación de Pemex, a través de su filial Tag Pipelines, para construir el tramo II del colosal desarrollo del gasoducto Los Ramones, que recorre los estados de Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas. El contrato fue de 935 millones de dólares, y el pago del soborno de 10.5 millones de dólares.
Un año antes, en 2011 Odebrecht obtuvo un contrato para la construcción del Complejo Petroquímico Etileno XXI, en Coatzacoalcos, Veracruz, el complejo más grande de su tipo en América Latina, y contó con todo el apoyo de los gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte. Esa obra dio fuertes ganancias a los brasileños y muchos beneficios indirectos a Duarte y su círculo cercano, que poco antes compraron terrenos a bajo costo en la zona del complejo, cuya plusvalía de inmediato se disparó.
Un tercer caso, que igualmente apunta hacia un alto directivo de PEMEX, es la construcción de la refinería de Tula, licitación ganada en 2015 por Odebrecht, actualmente en ejecución.
Como resultado de la investigación de la justicia estadunidense, la empresa Odebrecht tuvo que pagar una multa de tres mil 500 millones de dólares –la más alta en la historia de Estados Unidos–, por haber utilizado el sistema de pagos de esa nación para sus operaciones ilegales.
Las autoridades estadounidenses, en coordinación con las suizas y las brasileñas, ya hicieron parte de su trabajo. En México seguimos en déficit.
El pasado febrero, el abogado de la Nación Raúl Cervantes, firmó un acuerdo para investigar el caso Odebrecht junto con los procuradores y fiscales generales de los otros once países involucrados. En México aún no se ha señalado a ningún implicado.
De aquí al 2018, no habrá un momento adecuado para destapar la cloaca de corrupción complicidad y abuso de confianza que conlleva estar en la lista de Odebrecht. Cualquier momento será malo para el partido en el gobierno, porque los mexicanos ya están hasta la coronilla de ver caminar de la mano a corrupción e impunidad. Por ello demandan saber quiénes han sido los responsables y beneficiarios de los escandalosos mega sobornos, para exigir su castigo y la reparación del daño.
Cada día que pasa, la presión crece. Rumbo al 2018, Oderbrech-México impactará para mal, al partido en el gobierno. Al tiempo.
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