¿Será verdad entonces la versión que corre desde ese día, de que la billetiza era del gobierno estatal presuntamente para pagar las decenas de autobuses y a los cientos de acarreados que iban a ser movilizados a la Plaza Lerdo, frente a Palacio de Gobierno, para vestir la ceremonia del Grito de Independencia esa noche del 15 de septiembre?
Y es que la suposición fue robustecida por el aparatoso despliegue policiaco, ya que se usaron ¡tres helicópteros! y varias patrullas para rastrear a los delincuentes y tratar de recuperar el dinero. Pero tal parece que finalmente salió “más caro el caldo que las albóndigas”, ya que no lograron capturar a los malhechores.
Pero lo que también ha llamado la atención es que no hayan hecho el mismo rastreo dos días antes, el miércoles 13, cuando un ex empleado de la Sefiplan fue ejecutado y un policía ministerial resultó herido por arma de fuego en el atentado que se registró entre las calles de Doctor Rafael Lucio y Poeta Jesús Díaz, en el primer cuadro de la capital veracruzana, además de que por la tarde fueron arrojados tres cadáveres decapitados en un parque de la avenida Murillo Vidal, en el Fraccionamiento Ensueño, a casi media cuadra de donde se encuentran las oficinas de la Dirección del Centro Estatal de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana, cuyo titular es Martín López Rubio, y la cual está adscrita formalmente a la Secretaría Ejecutiva del Sistema y del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
¿No saldrían más baratos y sería más efectivo usar los drones que prometió en su campaña el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que los tres helicópteros que inútilmente sobrevolaron las zonas residenciales del sur de la ciudad?
¿Y la tecnología de la que iban a echar mano para combatir a la delincuencia común y al crimen organizado?
Pero lo más absurdo es que ni siquiera se apoyen en las videocámaras ni en los retenes policiacos como el que dejó establecido la anterior administración a la altura del último semáforo vehicular de Las Trancas, ubicado a escasos 300 metros de la torre El Olmo, donde ocurrió el despojo de los supuestos 400 mil pesos.
EL CRIMEN NO DESCANSA
Si el estado estuviera en paz y con satisfactorios niveles de bienestar, sin los graves problemas de pobreza, desempleo y de seguridad pública como los que actualmente adolece, ni quien se fijara si el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se toma uno, dos o hasta cinco días de descanso, o si prefiere distraer su tiempo para cuestiones partidistas o de índole electoral.
Pero tal como está la situación, ¿no sería más conveniente para él, para su partido, para su familia y por supuesto para los veracruzanos que mejor solicitara licencia para separarse de su cargo y así se dedicara de tiempo completo a construirle la candidatura de gobernador de 2018 a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez?
Y es que este domingo, Yunes Linares se reunió en Boca del Río con militantes del PAN y PRD dizque “para dialogar acerca de la situación de Veracruz”.
¿Acaso hablaron de cómo van a contener a los grupos criminales que tienen aterrorizada a la entidad? ¿De cómo abatirán los índices de pobreza y estimularán el empleo bien remunerado? ¿De cómo van a saldar la millonaria deuda estatal con constructores y proveedores? ¿De las obras públicas de alto impacto que hasta ahora no han ejecutado?
Al parecer no, pues Yunes Linares declaró que fue invitado a comer por los presidentes estatales del PAN y PRD, junto con dirigentes, alcaldes y diputados de todo el estado, para hablar acerca de la situación de Veracruz y también del Frente que ambos partidos han integrado a nivel nacional con Movimiento Ciudadano.
Casualmente, al llegar a la comida organizada por las dirigencias del PAN y PRD, Yunes recordó que en 2016 la fórmula para ganar la elección a gobernador fue la alianza que conformaron ambas fuerzas políticas.
Y se ve que andaba de muy buen humor, pues se aventó la puntada de afirmar que su gobierno no interviene ni intervendrá en las elecciones que se lleven a cabo en la entidad veracruzana.
“Hemos dado un mensaje muy claro de no participación en el proceso electoral, lo dimos en las elecciones municipales. El Gobierno del Estado no intervino, no se aplicaron recursos públicos para apoyar ningún partido político, ni para afectar a ningún partido, no se utilizaron recursos públicos para estimular a medios para que apoyaran a un partido o al contrario. La policía no participó para afectar los intereses de algún candidato o partido, no hubo ninguna intervención del gobierno y gracias a eso el proceso electoral fue un proceso tranquilo, un proceso que se llevó a cabo en orden”
“Hoy hay presidentes, síndicos, regidores electos postulados por nueve partidos políticos, tres candidatos que ganaron como independientes, es decir, se vive plenamente la democracia en Veracruz”, argumentó el mandatario panista, quien señaló que anteriormente “no había democracia en Veracruz, eso lo acreditamos durante mucho tiempo y hoy el Gobierno del Estado no interviene, los recursos públicos no van a la campaña, nada de mil 300 millones de pesos para la campaña de un candidato a gobernador, presidente municipal, ni un centavo, esta comida la pagan el PAN y el PRD”.
Pero Yunes parece olvidar que dos de sus hijos ganaron elecciones locales en los sexenios de los gobernadores priistas Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, y que el PAN, que estuvo a punto de alcanzar la gubernatura en 2004, obtuvo mayoría en la LXI Legislatura del estado, presidiendo por primera vez la Junta de Coordinación Política que ahora ilegalmente quieren retener haciendo uso del poder y de los recursos públicos del estado, cooptando y corrompiendo a diputados del PRI, PVEM y hasta de MORENA para crecer artificialmente como grupo mayoritario. |