Alguien, evidentemente con muy mala leche, dijo que en esa casa se estaban agandallando con las despensas y ni tardos ni perezosos se apersonaron los policías ministeriales que sin orden de aprehensión, detuvieron a los ingenieros en el momento en que las subían a la batea de una camioneta y a un camión de volteo.
Pero antes, la Fiscalía General del Estado, había abierto una carpeta de investigación (la número 125/2017/EE) contra la señora Balmori por presuntos delitos electorales.
Una vez que los ingenieros comprobaron que las despensas las llevaban al centro de acopio de la Cruz Roja y que su reputación quedó por los suelos, los soltaron. Y con ello terminó el escándalo mediático que trascendió el territorio veracruzano.
¿Y las despensas?
Como parte de la investigación o como cuerpo del delito que se le decía antes, las despensas fueron a parar a la FGE, pero una vez comprobada la inocencia de los imputados (o aunque se hubiera demostrado su culpabilidad) las despensas debieron llegar a su destino. ¿Porqué no se han entregado a la Cruz Roja?
De acuerdo con el ingeniero Pinilla Rodríguez, éstas suman alrededor de mil 500 que deberían estar en manos de los damnificados, sin embargo, la FGE se niega a entregarlas. ¿Por qué? Ve tu a saber, lector.
El abogado Fidel Ordóñez Solana, defensor de los presuntos inculpados (porque hasta defensor tuvieron que contratar) dijo que no hay sustento legal para retener las famosas despensas, y que al hacerlo, la Fiscalía General está incurriendo en un flagrante abuso de autoridad.
Pero no sólo eso, la retención de esos víveres se presta a malas interpretaciones. Y no es que uno quiera pensar mal del personal que trabaja en la FGE, pero ¿no le habrán dado baje a las despensas?
Si sucedió así, lo más seguro es que detengan a dos o tres sujetos menores para presentarlos como integrantes de la banda de “Los Chacales”. Pero la responsabilidad de este posible hurto será enteramente del Fiscal Jorge Winckler y de nadie más.
Esos víveres deben entregarse a la voz de ya porque contienen productos perecederos que quizá estén echados a perder y porque, en efecto, no existe ningún motivo jurídico o legal para retenerlos.
Como abogado que es, Jorge Winckler sabe muy bien que al retener las despensas la Fiscalía está cometiendo un delito porque se trata de ayuda humanitaria. Y los delitos generalmente se dirimen ante un juez.
bernardogup@hotmail.com |