El desastre del quehacer gubernamental estatal se acumula, pero también alcanza y caracteriza, tanto al ámbito federal como al municipal, en donde abundan casos de mala y peor administración pública; poca o nula planeación o previsión; y mínima participación y evaluación social. Ni a cual irle. ¿Qué Ayuntamientos y en cuanto aumentó la deuda municipal? ¿Cuáles están en crisis financiera? ¿Cuál es el tamaño del daño?
Aumentan, justificadas protestas sociales e inconformidades populares. Ineficiencia y delincuencia oficiales causan, alientan y fortalecen más y más expresiones de resistencia y desobediencia civil.
El creciente hartazgo de la población es inocultable y las respuestas de los gobiernos, en su mayoría siguen siendo las mismas: más cortinas de humo y entretenimiento; más gasto oficial y endeudamiento; más concesiones, privatizaciones y negocios público-privados, entregando servicios públicos básicos, como agua, alumbrado, recreación, seguridad, recolección de basura y otros.
Demasiadas dependencias e instituciones oficiales funcionan mal, cuestan mucho y hasta son refugio de parásitos, cómplices o socios, incluyendo manipuladores político-electorales. Eso sí, con exagerados sueldos y gastos, todo con cargo al presupuesto.
Innumerables expresiones sociales señalan, que sobresalen instrumentos, medios y sistemas oficiales tan caros, como inútiles y simuladores, como los cientos de planes (empezando por los de desarrollo estatal y municipales), ilegales, simuladores e inconsistentes; las miles de costosas auditorias contratadas, con sus encubridoras contralorías y el órgano de simulación superior ORFIS, descarado cómplice por años y ahora sensacionalista y descubridor de lo que permitió y alentó; y hasta el archiviolado presupuesto oficial, indefinido, sin autorizar y decorativo porque quienes gobiernan gastan y hacen lo que les da la gana.
¿Por qué no se evalúa permanentemente a todos los gobiernos? En particular, a los municipales que están por concluir. ¿Por qué, para empezar, no se distingue a buenos, regulares, malos y peores Ayuntamientos?
Importante identificar intocables y reciclables; presuntos responsables, y prófugos potenciales.
Mientras, se prueba y comprueba que el consorcio PAN-PRD, llego al poder para no poder. Ahí la lleva, aprovechando y administrando el desastre heredado y agregando el propio. Haciendo como que hace y “nadando de a muertito” o entre ellos, que cada vez son más.
Políticos y gobernantes, ahí van, excepciones aparte, dizque persiguiendo justicieramente al pasado, escandalizando, justificándose y auto promoviéndose; y, al mismo tiempo, amarrando el futuro, formando parte de las bandas políticas y entrando de lleno a la grande: a las elecciones de 2018.
Con razón se afirma, que no hay ni habrá verdaderos servidores públicos ni para remedio; pocos están dispuestos a atender, en serio, necesidades sociales básicas y problemas prioritarios de la población.
Notorio que lo que más preocupa y ocupa a políticos, dentro y fuera del gobierno, es mantenerse lejos del alcance de la justicia y asegurar su libertad y beneficios, haciendo todo lo posible porque inconformidad y hartazgo social no triunfen, en las próximas elecciones.
Mientras, se padece creciente inseguridad, así como estancamiento o recesión económica y crisis de finanzas públicas malentendidas y peor atendidas; preocupa que para 2019, como parte y consecuencia de la entrega recepción oficial, se entregará un Veracruz con casi 5.6 millones de pobres y 1.5 millones de hambrientos.. Alienta, que aunque lentamente y obligados, a duras penas, casi a la mitad del camino, 11 meses después, quienes gobiernan el estado, empiezan a entender que tienen la obligación de informar y transparentar permanentemente todos sus actos, no solo lo que dicen que recuperan, sino también lo que reciben, administran y gastan; así como lo que hacen, bien o mal, y lo que dejan de hacer y queda pendiente. Preciso insistir, que opacidad favorece impunidad y deben ser denunciadas y combatidas.
Insistir, que el gobierno estatal sigue sin informar con puntualidad, lo establecido en las leyes. No hay transparencia, ni acceso a la información.
Inevitables, las preguntas se repiten, ¿de qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Incrementos en ingresos presupuestales? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes?
INEPTOS Y CORRUPTOS. RESPONSABLES Y EFICIENTES.
Por concluir 212 Ayuntamientos, cientos de funcionarios salen y, para asombrarse, de muchas formas se escucha: “no pasa nada, vamos bien y viene lo mejor”.
Obligatorio calificar al gobierno municipal. Preciso determinar, si es bueno, regular, malo o peor. Concluidos 4 largos años, deben informarse, analizarse y evaluarse los resultados. ¿Qué dejan y qué se llevan?
Cuál cumplimiento y trabajo efectuado. Corroborar lo dicho con lo hecho (bien o mal) y lo que está pendiente. Determinar si cumplieron e hicieron cumplir la ley.
Simplemente, comprobar resultados, para proporcionar confianza y apoyo a responsables; o denunciar y castigar a irresponsables y delincuentes. Sobre todo, si se padece un gobierno mediocre o malo, que puede empeorar al cambiar.
Probado está, que la situación no se va a corregir sola; y más, cuando el problema crece y se complica. Excepciones aparte, esa es la historia de los gobiernos municipales en Veracruz.
La situación actual es más difícil y complicada; los contextos estatal y nacional complicados y desfavorables; y, sin duda, se deben aprovechar las pocas oportunidades, lo que justifica una actitud positiva, preventiva y correctiva.
En todo caso, imprescindible asegurarse siempre que el gobierno sirva, que su desempeño sea aceptable y que responsabilidad, eficiencia y capacidad de respuesta, adecuada y oportuna, le caractericen.
*AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH. Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH |