Al pie de la letra.
Raymundo Jiménez García.
 

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Gobernador en campaña
2017-11-09

Con excepción de Mauricio Audirac –uno de los pocos ex funcionarios duartistas que actualmente se encuentra en prisión–, ¿dónde están los demás ex secretarios de Finanzas y Planeación a los que este miércoles, al informar sobre el refinanciamiento de la deuda heredada por administraciones priistas cuya tasa de interés consiguió disminuir de 10.7 a 8.7 por ciento, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares acusó indirectamente de corrupción, ya que resaltó que “dejaremos de pagar una deuda injusta que se contrató por razones de corrupción a tasas altas de interés para beneficiar a algunos cuantos”? 


¿Dónde está el genio financiero de Tomás Ruiz González, que fue el primer titular de la Sefiplan con el gobernador Javier Duarte y a quien le tocó renegociar la bursatilización heredada por la administración de Fidel Herrera Beltrán? 


¿Y Fernando Charleston Hernández, quien también pasó por la misma secretaría de despacho? Quizá el hijo del magistrado Fernando Charleston Salinas sería el más obligado a responderle al mandatario panista, ya que actualmente está a cargo del PRI en el estado de Morelos, donde desde junio de 2016 se desempeñó como delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional priista y luego fue designado presidente provisional en sustitución del Rodolfo Becerril Straffon, quien renunció a la dirigencia estatal tras la elección local intermedia en la que el tricolor fue apabullado por las pugnas internas del priismo morelense.


Charleston debería deslindarse de los señalamientos de Yunes, los cuales seguramente serán retomados por los adversarios del PRI en los procesos electorales local y federal del año próximo en Morelos y en Veracruz.


Y es que el mandatario estatal del PAN anda nuevamente en campaña, ahora para heredarle la gubernatura a su hijo primogénito en 2018.  


Por eso el anuncio con bombo y platillos y la publicitación hasta en diarios nacionales de su “exitosa” renegociación de la deuda. 


“Vamos a entregar a Veracruz con finanzas estables, no habrá déficit financiero en noviembre de 2018. A diferencia de lo que sucedió (en 2016), el Gobernador que me suceda no encontrará arcas vacías, encontrará una deuda refinanciada, transparencia y honestidad en el manejo de los recursos públicos”, afirmó ante funcionarios, diputados e invitados especiales.


El mandatario estatal del PAN remarcó que “el desprestigio en que dejaron a Veracruz, no sólo en finanzas, sino la situación social y la falta de cumplimiento de obligaciones financieras, hizo que la calificación de Veracruz como entidad crediticia se fuera hasta el fondo; estamos en este momento con una calificación institucional de BB-, hasta el fondo, la calificación que ha recibido nuestro esquema de financiamiento es de AA para plazos de 20 o 25 años y AA+ para plazos de 15 y 20 años, es decir, subimos 11 niveles, por eso logramos una tasa más baja”, presumió.


Según detalló, “el promedio ponderado de tasa efectiva es de 8.71 por ciento y el plazo ponderable al que hemos refinanciado la deuda es de 23 años”. Y anticipó que del 8 al 24 de este mes firmarán los contratos, los que posteriormente serán registrados a nivel estatal y federal para disponer de los recursos y pagar la deuda anterior. “Reitero no se contrata un peso más de deuda, es para pagar la deuda anterior a menores tasas de interés”, aclaró, agradeciendo sólo de pasadita el apoyo que recibió del gobierno federal –¡priista!– que obviamente fue determinante en el mecanismo financiero.
“Veracruz sigue en una situación compleja, nadie quiere negarlo, no es nuestro objetivo, pero tampoco hemos de negar los grandes logros que hemos alcanzado, y refinanciar una deuda que se perdió en las bolsas de la corrupción. Es un gran éxito”, remató.


¿Darán la cara los ex titulares duartistas de la Sefiplan o seguirán como hasta ahora, sin sacar la cabeza por temor a que los encierren en el Cereso de Pacho Viejo, como a Mauricio Audirac?


LO MISMO ANUNCIÓ DUARTE


Por cierto, antes de echar a volar las campanas, bien valdría tomar con reservas el anuncio del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares sobre la renegociación de la deuda, pues hasta ahora el mandatario panista no ha podido cumplir cabalmente con sus promesas de campaña, ni siquiera con la de nombrar al frente de la Secretaría de Seguridad Pública del estado a un militar de alto rango, como se lo han venido recordando senadores, diputados, líderes empresariales y representantes de organizaciones de la sociedad civil. 


Y es que con eso de que Yunes cada vez se parece más a sus dos últimos antecesores priistas, hay quienes sugieren mejor aguardar a ver si lo dicho por el panista realmente se concreta, pues recuerdan que precisamente el gobernador Javier Duarte, en octubre de 2015, hizo un anuncio similar acerca de que iba a solucionar el pago del 90 por ciento de la deuda del gobierno del estado de Veracruz.


Como se recordará, Duarte de Ochoa, flanqueado por sus dos pequeños hijos –Javier y Carolina Duarte Macías– y por los principales funcionarios de la Sefiplan y del secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, afirmó que casi la totalidad de la deuda heredada por su administración se iba a pagar a través de una reestructura con garantía de los Fondos de Aportaciones para la Entidades Federativas (FAFEF) y de Infraestructura Social (FAIS), así como el Impuesto sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal (ISRTP).    


Con esta medida, presumió entonces el gobernante priista, esperaban obtener 5 mil millones de pesos vía FAFEF, mil 700 millones del FAIS y 15 mil millones de pesos del ISRTP, que sumaban cerca de 22 mil millones de pesos en total, los cuales se abonarían a los 25 mil 145 millones de pesos que por esas fechas adeudaba el gobierno estatal a la banca.


En esa ocasión Duarte, como ahora lo puntualizó también Yunes, dijo que “esta medida no significa más deuda para los veracruzanos, por el contrario, nos permitirá liberar participaciones federales que tenemos en estos momentos comprometidas para el pago del servicio de la deuda pública”. Inclusive anticipó que con dicha reestructura obtendrían 3 mil millones de pesos anuales que se ocuparían para cubrir los subsidios del IPE y UV, así como para el pago a proveedores, prestadores de servicios y contratistas. 


Esperemos que el anuncio de Yunes no sea meramente electorero y que de veras se concrete en beneficio de la entidad. 

 
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