Y llegó a una casa ajena -a la que se hizo invitar- y llegó insultando a sus moradores. Ese es su estilo, esos son sus modos.
¡Allá aquellos que pusieron a su disposición –una vez más- el honorable recinto legislativo!
Miguel Ángel Yunes Linares abrió su discurso inicial, en el Congreso local, ofreciendo que hablaría “del presente y del futuro de Veracruz”.
Y con esa incongruencia que le caracteriza, lo siguiente que hizo fue referirse a Javier Duarte.
“¿No que iba a hablar del presente y del futuro?”, se preguntaban extrañados algunos de los presentes, pero lo hacían para su interior. Hacia afuera, lo único que cabía era el aplauso en cada pausa que hiciera el orador, en un homenaje a aquellos faraónicos presidentes priistas, cuando el que hablaba también lo era.
Fidel Kuri Kuri, coordinador del nebuloso grupo “Juntos por Veracruz” fue, quizá, el más congruente en su mensaje.
Apuntó que el pueblo veracruzano apenas salió del sueño democrático, para encontrarse con una pesadilla.
“El discurso de ‘no se pudo’, tiene una salida: ¡Echarle la culpa a Duarte! Y esa ha sido la constante en las comparecencias de este gabinete”.
Descalificó, de plano, uno de los más recurrentes discursos del gobernador, el del supuesto déficit: “Con asombro vemos que lo mismo que criticó del viejo sistema, se aplica en el nuevo. Las empresas ‘fantasma’ siguen operando en el sector salud. Miles de empleados con problemas de doble nómina. En este caso, la corrupción no surgió de los que se fueron, sino de los que están ahora. Nos vendieron un déficit fiscal que nunca existió. El que sabe de finanzas, entiende que no se desaparecen 14 mil millones de pesos de déficit en un año, a menos que sólo sea una cortina de humo hecha con lápiz y papel”.
Luego de hacer un recuento del “cochinero” que le dejó Javier Duarte, el actual gobernador se dio a la tarea de enumerar los lastres de los que se ha ido librando:
“A un año de gobierno ya nadie habla de corrupción, porque no la hay; hay controles estrictos y plena transparencia en el ejercicio del gasto público".
Yunes Linares pasa por alto los señalamientos, nunca aclarados, contra el actual secretario de Salud, Irán Suárez Villa, quien canceló contratos ya existentes para reasignarlos a empresas poblanas, con las que ya había trabajado antes.
Olvida el escandaloso caso de la Academia de Policía, cuyo director Julio César Sosa Mirós, designado por él mismo, fue cesado y se abrió una carpeta de investigación en su contra, luego de que se hicieran públicas las quejas de cadetes que fueron engañados y despedidos casi al final del curso, para no pagarles lo que les habían prometido.
Y habrá más, muchos más casos, que habrá de encontrar el “brillante” titular del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Yunes Linares debe tener presente que quien traiciona una vez, lo hace siempre. El 2 de julio del 2018, una vez que sepa de la derrota de su hijo, el auditor Lorenzo Antonio Portilla preparará los legajos que habrá de ofrecer al vencedor. Él sabe que para mantenerse en el cargo debe brindarle en bandeja de plata la cabeza de su antecesor.
El primer “jab” de Yunes Linares contra la oposición se lo dirigió a la bancada de Morena, a cuyos miembros acusó: “extrañan a Fidel Herrera y a Duarte”. Un error de temporalidad, pues durante el gobierno del “Tío Fide” no existía aún el partido Morena.
Más adelante, ya visiblemente molesto, el gobernador amenazó al diputado Fernando Kuri, de quien mencionó que una camioneta de su propiedad fue detenida con productos robados, y que en los tiempos de Javier Duarte un periódico de su propiedad cobró 2 millones 775 mil pesos.
Cuando no tenía respuesta para los señalamientos de los legisladores, el gobernador se limitaba a turnarlos con el fiscal de Veracruz: “Hable con él y presente una denuncia, como yo la presenté, eso es actuar con responsabilidad ciudadana”.
Yunes Linares no tomó en cuenta que en los tiempos de Duarte, él no presentó ninguna denuncia en la Fiscalía de Veracruz, a la que acusaba de estar al servicio del gobernador.
Ese mismo argumento es, hoy, el de los legisladores. El actual fiscal es un empleado más del mandatario estatal.
Al final, Miguel Ángel Yunes Linares hizo en el Congreso local lo que quiso.
Para eso es dueño de la voluntad del Poder Legislativo, lo mismo que del Judicial.
¿Cuál democracia?
Dos días después de amenazar a los alcaldes electos con retirarles el apoyo en materia de seguridad, habló de “respeto a la autonomía de los municipios”.
Así es nuestro Gobernador.
Genio y figura hasta la sepultura… política.
* * *
Epílogo.
Será muy especial, sin duda, el informe que habrá de rendir el senador José Yunes Zorrilla el próximo 7 de diciembre. A diferencia de los faraónicos informes de otras épocas, este acto se llevará a cabo a través de internet y redes sociales, con lo que se evitará un dispendio que hoy ya no es admisible. El informe de Pepe Yunes será transmitido de manera digital el 7 de diciembre a las 6 de la tarde a través de www.pepeyunes.com ***Sospechoso, por decir lo menos, el accidente que sufrió este jueves Rafael Acosta Croda, exdiputado federal del PAN y quien mantiene profundas diferencias con Miguel Ángel Yunes Linares. A la unidad en la que viajaba en expanista se le atravesó un camión cargado con caña. Los primeros reportes referían que Rafael Acosta se encontraba “muy grave”. *** ¿Quién le dijo al gobernador de Veracruz que puede utilizar a su gusto los recursos que dice haber “recuperado” de exfuncionarios e intermediarios del gobierno de Javier Duarte? Yunes Linares aplica aquella máxima de que “ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón”. Se trata de recursos que tuvieron un destino original y en esos temas debería emplearse, no en aquellos en los que el mandatario estatal encuentra beneficios económicos o políticos.
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