También hay que decir que aunque los liderazgos petroleros estén con Pepe, no garantiza que los obreros y trabajadores administrativos vayan a votar por él.
Por ello es de destacar un Pepe Yunes que se mostró más echado para adelante, con mejor discurso, más fuerza y más compacto.
Pepe ha ido evolucionando rápidamente y metiéndose poco a poco en el ánimo de sectores que habían abandonado al PRI y que ahora piensan en la posibilidad de apoyar este proyecto.
Falta mucho por avanzar, falta que empiecen las campañas, que escuchemos las propuestas y las podamos contrastar.
Lo que hemos podido ver es campaña interna, que por ley tiene sus restricciones, pero aún en ese marco, se ve crecimiento.
Veremos cómo responden Cuitláhuac y Miguel Ángel, que tanto podrán en campaña, desmarcarse de sus patrocinadores y mostrar sus talentos y capacidades para darle opciones al electorado.
Por lo pronto en Minatitlán, el PRI despertó de su letargo.
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