Las tan peleadas candidaturas ahora son menospreciadas, son muy pocos los que quieren, la mayoría ya no se atreve, por que ahora es casi seguro, pero que pierdan.
El hartazgo de las promesas incumplidas, de la soberbia y del robo descarado, destrozaron decenas de años de construcción de una estructura que era invencible.
Este martes acudieron al PRI hombres y mujeres para inscribirse como precandidatos a una diputación local. Se registraron 16 valientes.
Sin embargo y con todo el respeto que me merecen, no son precisamente los liderazgos y las figuras priístas que podrían dar la batalla en sus distritos.
Poco abonarán a la campaña de Pepe Yunes y menos a la presidencial.
Ahora parece que nadie quiere ser candidato. Ahora ya no valen lo que antes.
La caballada está flaca, muy flaca.
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