El gobernador Yunes prefirió no acudir al parque de La Noria puesto que hubiera sido más negativo, mientras los organizadores trataban de convencer de que la cancelación era por las adversas condiciones climatológicas. Obviamente, el alcalde tampoco se acercó. A diferencia del alcalde xalapeño Hipólito Rodríguez, también de Morena, que sí respaldó con su presencia la puesta en marcha de ese programa abiertamente proselitista, el de Coatza cortó por lo sano.
Una infructuosa batalla contra Morena desde el poder
No ha sido gratuito que, desde que tomó en sus manos el Ejecutivo estatal, Yunes Linares haya enviado la fuerza aérea a esa región, y haya tirado verdaderos misiles mediáticos para aminorar la fuerza de Morena. Las primeras escaramuzas fueron fraguadas en el ámbito nacional con el lanzamiento de tres videos en que aparece su actual y sempiterna aliada, la diputada local Eva Cadena, disfrazada con el uniforme del enemigo, para convertirla en la hipotética recaudadora de López Obrador.
Ha tenido en la mira a la diputada federal Rocío Nahle García, próxima candidata al Senado, a quien ha golpeado inmisericordemente para bajar su enorme influencia (casi caciquil) en la zona de Coatzacoalcos; también ha intentado infructuosamente transferir las responsabilidades en materia de seguridad pública, sin recursos ni periodos preparatorios, a los ayuntamientos morenistas, en particular, los de Minatitlán y Coatzacoalcos.
Todo ello, sin embargo, parece que no le está resultando porque las encuestas levantadas para consumo restringido muestran que el precandidato del frente PAN-PRD-MC, Miguel Ángel Yunes Márquez, muestran un abismo respecto a las intenciones del voto entre él y su rival morenista, Cuitláhuac García, y gran parte de la ventaja competitiva del exmaestro universitario radica en el sur profundo, donde la derrota de la industria petrolera ha llevado a una grave crisis económica de la población, complicada con la más sanguinaria ola de violencia criminal.
La nueva estrategia: importar generales
En anterior entrega comentamos respecto a la incorporación al PAN de políticos impresentables en los que los Yunes confían para jalar votos a la campaña a Gobernador. En Martínez, por la vía de Movimiento Ciudadano, han incorporado al empresario mediático Eduardo Sánchez Macías, poco antes defenestrado por el Gobernador por las deudas que el gobierno estatal sostenía con sus empresas. Pero el mayor trabajo de compra de franquicias políticas se ha dado en el sur y con la misma empresa: Renato Tronco Gómez, exalcalde de Las Choapas y exdiputado local, que hoy irá por la diputación federal, acaso para cabalgar su fiel jamelgo Frisón por los rumbos de Lecumberri y San Lázaro, en la Ciudad de México.
Y tuvo que venir un doble traidor, el diputado local Sebastián Reyes Arellano, quien llegó por Morena pero inmediatamente se pasó a la fracción del PAN, para poner sobre el mapa las piezas que mueven los del PAN. Le ha movido la envidia de no poder buscar la diputación federal por algún distrito de Coatzacoalcos, hoy copados por la familia del “Tronco”, quien ya buscaba ir de independiente en la pasada elección gubernamental, pero le revivieron el expediente del homicidio de uno de sus regidores cuando era alcalde en la mismísima tierra de Eva Cadena, Las Choapas.
Según el diputado local que se hizo famoso por decir que la violencia criminal era un invento de la prensa, no solo se le dio la precandidatura a la diputación federal por Coatzacoalcos a Renato Tronco; también, la precandidatura a la diputación local de Coatzacoalcos rural a su hermano Alejandro Tronco, y a la diputación por Minatitlán a su nuera Matilde Escobar.
Si en la casa grande hay nepotismo, ¿qué obstáculo habría para practicarlo en la casa de los vecinos?
Tlacotalpan, la justicia a modo
Hasta en esto de castigar delitos el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares bien que le busca sacar beneficio político. Hace un año, en Tlacotalpan, el recién estrenado Fiscal Jorge Winckler se vistió de Rambo para tratar de detener el embalse de toros en la Fiesta de la Candelaria, en que también intervinieron policías preventivos de la SSP. Los lugareños se encabritaron con la medida y el entonces alcalde panista, el general retirado Homero Gamboa, optó por dejar que se realizara ese acto ciertamente ominoso en que los toros deben cruzar el caudaloso río Papaloapan para luego ser sometidos al hostigamiento de pobladores y visitantes alcoholizados.
El gobierno estatal interpuso una denuncia contra todo el cuerpo edilicio, todo. ¿Qué hizo la Fiscalía al respecto? Nada durante 363 días, pero dos días antes de que se iniciara una nueva versión de esta tradicional celebración, detuvo en Boca del Río a Débora Vives, quien era regidora priista (en un ayuntamiento del PAN), encargada del ramo de turismo, como presunta responsable de los delitos de maltrato o crueldad animal, incitación a cometer un delito e incumplimiento del deber legal.
Una regidora no puede tomar una decisión de esa naturaleza. La decisión fue del entonces alcalde panista, forzado por cientos de personas que habían tomado de manera violenta el palacio municipal. Ahora, todos los que fueron miembros del Cabildo andan buscando ampararse y la gente de Tlacotalpan anda consternada por la excesiva medida. ¿Y si fue Fuente Ovejuna?
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