“Es ahí, en esas tiendas de medicamentos, donde se contrata a médicos recién egresados y recién jubilados, que en ambas circunstancias padecen sendos defectos: unos, la falta de experiencia que años delante les dará la vida, y los otros, los jubilados, que otorgan consulta sin ton ni son, pues no manejan otros medicamentos que los que aprendieron en el cuadro básico de medicinas de alguna institución. ¡Ah!, y por supuesto con el mismo carácter avejentado y cerrado con que lo hicieron durante los últimos 30 años.
“¿Qué pasa entonces? Que las consultas (orientaciones médicas gratuitas) que ahí se otorgan son de pésima calidad, donde el cliente (paciente) tiene que acudir hasta tres o cuatro veces para que le 'atinen a la enfermedad' o le cambien el medicamento varias veces hasta que éste se recupere, situaciones que las grandes farmacias aprovechan para vender medicamentos sin ton ni son y con la mayor ironía, pues la gente asegurada no quiere esperar largas horas para acudir con el medico familiar que les toque
“Considero que eso es un abuso comercial de parte de las cadenas de farmacias, que se hace con el fin de vender grandísimas cantidades de medicina, las cuales la mayoría de las ocasiones no son necesarias, pues conociendo la naturaleza del.ser humano, sabemos que el.tiempo y la naturaleza van sanando lentamente a los enfermos, con o sin ellas.
“Por ello y muchas situaciones más, invito a los pacientes a regresar con los anteriores médicos de cabecera o médicos de familia, que como su nombre lo indica , son los que están bien preparados, y son verdaderos conocedores de las características propias de las enfermedades y de la población. Los médicos de este tipo tienen el pulso y la sensatez para atender sin problema alguno a la gente que conoce desde hace muchos años, y con su ejercicio profesional pueden dejar de lado las cadenas y tiendas de farmacias, y las 'orientaciones médicas' que tanto daño causan.”
Hasta aquí la recomendación del doctor Gerardo Kuri Cortés, Médico de Familia especializado (va el comercial que puede servir para curar enfermedades peligrosas y salvar vidas: su consultorio está en la Torre Ánimas, despacho 205. Consultas previa cita: 22 88 24 11 91).
En verdad que ha habido quejas por ese tipo de servicio que ofrecen las farmacias de cadena, e incluso algunos doctores que han trabajado en ellas se han quejado de que algunos gerentes los han querido obligar a recetar medicamentos que no necesitan los enfermos, todo con tal de vender más.
Usted sabe si se arriesga, como en el caso de la pazguatas urgencias del Hospital Ángeles.
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