Hasta el guardia estará en veda…
A partir del inicio de las campañas federales y locales, ningún funcionario o empleado de cualquier nivel debe manifestarse a favor o en contra de algún candidato, guardara sus emociones para hacerlas explotar o reprimirse después de la jornada electoral de este convulsionado 2018.
Los candidatos serán los reyes y señores de la radio, televisión, diarios, revistas y lo peor, de las redes sociales, los veremos hasta en la sopa, sin embargo los funcionarios chitón, no podrán decir nada, menos acercárseles porque entonces darán lugar a que se les califique de corruptos, desviadores de recursos de las carretadas de dinero que manejan, lo cual es una ensoñación de los acomplejados críticos y matraqueros de los candidatos opositores y que desde ahorita ya se sienten perdedores.
|
Ni modo así es esto del abarrote, todo aquel que quiera vestirse de matraquero y funja como funcionario aunque sea de ínfimo nivel, mejor pida un permiso por noventa días, renuncie o guárdese en su casita, siga los acontecimientos políticos vía internet, para que no lo balconeen y al rato otro ocupe su lugar.
Existen mil formas de apoyar a un candidato sin violentar la norma, una de ellas es actuar políticamente desde la trinchera de donde se encuentra, el trato que de a los usuarios, a los empleados, a los jefes, a todo aquel con quien por alguna razón tenga roce personalizado sea de cualquier color, raza, religión o filiación partidista, hasta me atrevo a pensar que puede participar discretamente fuera de labores en tareas partidstas, donde no se exponga a los reflectores de los visores adversarios a su candidato afín.
La ley prohíbe y prohíbe, a todos los mete en el mismo costal, nadie que trabaje en la burocracia puede inclinar su preferencia política, tal parece que con eso se desviaran carretadas de dinero a favor de determinado aspirante, no les basta con haber creado leyes para sancionar fas track a quien objetiva o subjetivamente rebase el tope de gastos de campaña, resulta que un empleado a mutuo propio no debe asistir a un mitin o manifestarse públicamente a favor o en contra de alguien, porque ya se le esta endilgando una responsabilidad a él y su jefe inmediato.
Los derechos político electorales es para los ciudadanos químicamente puros, no para el que este afiliado a un partido, sea líder religioso, sea empleado de gobierno, esa calidad la pierde desde el momento en que se organiza en un partido político para ser parte del poder o cuando se pone al frente de un pulpito tratando de salvar almas del pecado o cuando cobra un salario cumpliendo un horario y desahogando una carga de trabajo todos los días hábiles y hasta inhábiles, ellos son de otra categoría, hasta lo humano pierde y dijera aquel, son de la mafia del poder en caso de no ser morenitos ¿Qué no?
adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes |