El grueso de la corporación policiaca “no tiene voz ni voto”, dice la denuncia pública.
“Dentro de la SSP se cuenta con un área de Asuntos Internos a cargo de la Lic. Xóchitl Torres Yeekon, quien en conjunto con Martha Urcid Velázquez, Subdirectora de la misma y ex colaboradora de Duarte, se han dedicado a hostigar al grado de amenazarnos con pistola en mano y apuntándonos a la cabeza para que firmemos nuestras renuncias”, sostiene el documento firmado por decenas de demandantes que piden secrecía para evitar represalias.
Las amenazas se han extendido a “nuestras familias e hijos a menos que nos mochemos con 15 mil pesos”.
Es la punta del iceberg de una escalada de corruptelas al interior de Seguridad Pública y alianzas criminales de grupos policiacos y hermandades, con los Zetas.
Son policías maleados que no reúnen el perfil.
De acuerdo con el Diagnóstico Nacional sobre las Policías Preventivas de las Entidades Federativas, emitido por la Secretaría de Gobernación, apenas el 72.1 por ciento de los elementos de la Policía Estatal de Veracruz, han sido sometidos a evaluaciones de control y confianza y de estos el 20.6 por ciento no aprobaron.
Pero ahí están.
Según dicho informe la Policía de Veracruz, es una de las peor calificadas en cuanto a atención del nuevo sistema de justicia penal y la creación de sus unidades de policía procesal, operaciones especiales y cibernética; se encuentra incluso por debajo de ese promedio nacional, ya que apenas cuenta con 0.7 policías por cada mil habitantes.
A ello se suman los abusos dentro de la SSP.
Una parte de la policía –en promedio 6 mil- está molesta al quitársele los beneficios, además de recortarles sus descansos y tenerlos a un mes de trabajo corrido.
Son expuestos asimismo como carne de cañón en enfrentamientos.
Por ello, la disidencia ha llamado a la policía estatal, a fuerza civil, a la policía municipal de Orizaba y al IPAX a formar un frente común contra la corrupción y no alianza con los criminales que tienen penetrada a la institución, entre ellos el “Chichi” y el “Cachorro”, que operan desde prisión.
En efecto, Josele Márquez Balderas, “El Chichi” y Manuel Escalona Barradas “El Cachorro”, integrantes de la organización “Los Zetas” en la región montañosa de Veracruz, son quienes se encontraban recluidos en el penal de mediana seguridad de “La Toma en Amatlán de los Reyes”, cuando ocurrió el motín del pasado 31 de marzo donde murieron seis policías, un custodio y un reo.
“El Chichi” y “El Cachorro” se inconformaron en el Centro de Readaptación Social al enterarse que serían trasladados a un penal de máxima seguridad, pues desde Amatlán de los Reyes, seguían al frente de actividades ilícitas como secuestro, homicidios, extorsiones y robo de combustible, informó el Grupo de Coordinación de Veracruz.
Del motín de la “Toma” la Secretaría de Seguridad Pública supo desde febrero, un mes antes, que sucedería y no hizo nada, según se acredita en un documento oficial en poder de este reportero en donde el Cartel Nueva Generación advierte en una manta colocada en las afueras del pena que irán por los arriba citados una vez que suceda el traslado.
Esas ligas delincuenciales tienen muy molestos e inquietos al grueso de la policía a lo cual se suman los abusos de autoridad internos por lo que han llamado al gobernador Miguel Angel Yunes Linares para que intervenga y “se ponga fin a tanta corrupción”.
“No entendemos que hacen estas personas –Xochitl Torres y Martha Urcid- quienes trabajaron durante una verdadera época de terror bajo el mando del tan odiado Silvestre Gasca Medina, siguiendo el viejo estilo de trabajo en lugar de apoyarnos”.
Y concluye la misiva:
“Martha Urcid ha sido señalada por corrupta a su paso como subdirectora de Asuntos Internos en el gobierno de Javier Duarte además de ser señalada por permitir el paso de drogas en el Penal de Villa Aldama y cobrar cuotas en el Penal de Pacho Viejo”.
En fin.
Puras damas y honorables caballeros los que trabajan bajo el mando del señor Téllez Marie.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |