Cuitláhuac García de por sí puntero crece aun más tras la torpeza orquestada por la oposición azul de enviarle botargas con disfraces del ex dictador Hugo Chávez, que en mucho recuerdan a los travestis que le manda Miguel Angel Yunes a La Parroquia, al presidenciable de los ochenta, Cuauhtémoc Cárdenas.
Hoy Cuitláhuac despunta además por el arrastre del efecto Peje.
Pepe Yunes, también se dispara porque ante decenas de miles de simpatizantes priistas y un ejército de ciudadanos que reclaman el cambio, promete sin mentiras ni grillas o rollos, regresar la tan anhelada seguridad robada por el crimen organizado.
Cuitláhuac da inicio a su trabajo electoral de 60 días con una carrera –literal- por las calles de Xalapa acompañado de la laureada atleta internacional Ana Gabriela Guevara.
Mientras el de Perote ¡Llámenme Pepe! trae a la plana mayor de la política federal.
Senadores, líderes de los sectores campesino, obrero, magisterial y los petroleros ante quienes dijo que luego de 17 meses del gobierno de Yunes Linares “Veracruz ha retrocedido”.
“Hoy la inseguridad marca los días de las familias veracruzanas de norte a sur y de este a oeste y en lugar de avanzar hemos retrocedido y como respuesta simple y llanamente escuchamos discursos vacíos”, expuso ante magno escenario.
Ya como gobernador, agregó ante la alegre multitud, “viviremos en tranquilidad. De eso ¡Yo me encargo!”.
Tanto Pepe como Cuitláhuac, quien este último juega por segunda juega ocasión por la gubernatura, enfocaron sus baterías, más que al candidato Yunes Márquez, al gobernador que ha dejado en 17 meses un verdadero desmadre en Veracruz.
Hoy Yunes Linares está siendo medido con la misma vara que uso para llegar a la gubernatura al enfocar su trabajo electoral en aquel 2016 contra Javier Duarte y no contra el candidato Héctor Yunes.
Hoy, Cuitláhuac y Pepe, le aplican el mismo veneno.
“Abramos los ojos, ideemos el provenir y el futuro que queremos para nuestros hijos”, dijo Pepe. “Salgamos a construirlo. No nos lo van a regalar, por el contrario nos lo quieren arrebatar, pero al arrebato, a la pérdida de libertades, a la cerrazón, a la persecución, a la intimidación, a la utilización de recursos para sesgar preferencias”, tronó en medio del aplauso.
Previamente desde Xalapa, Cuitláhuac García desnudaba la intención del gobierno de Yunes Linares de estar gestando “una elección de estado” en favor de su hijo, utilizando el dinero del gobierno para la compra del voto.
“No es con dádivas como se gana la elección”, le grito a su vez Pepe a Miguel Angel Yunes Linares. “Es una nueva forma de esclavitud que nadie queremos”.
Duro y bonito que le tupieron al gober.
Mientras el hijo, Miguel chico, arranca desde su feudo, Boca del río, con un mensaje destacando que si los veracruzanos queremos ver a Veracruz como Boca del Río pues ¡Fácil! él debe ser gobernador.
Olvida Yunes Márquez que Boca no es solo el boulevard ya que cuadras adentro se ve la real pobreza del sinnúmero de colonias del municipio por cierto endeudado con más de 380 millones de pesos.
El famoso “Foro Boca” es otra mentira oculta. Está bajo sospecha.
Con un costó de 324 millones de pesos –tres veces más de lo que vale- se construyó quesque para beneficio de la población que carece de agua, drenaje y pavimentación; que carece de escuelas suficientes y hospitales y que no quiere elefantes blancos.
Arranca el junior en un escenario multitudinario acompañado del presidenciable Ricardo Anaya y ex priistas como el impresentable Dante Delgado, quien alza la mano del vástago del hoy mandatario que lo encarceló, otra de raro nombre de apellido Topete y las rémoras de Javier Duarte.
Este inicio corre además el maquillaje de la realidad de los números y los sondeos demoscópicos. Muestra además el inminente voto de castigo que se cierne contra un gobierno que ha llevado a toda la familia a cargos de elección popular de manera repetida.
Cuitláhuac va con todo –este lunes se espera el arribo del Peje a Orizaba- y Pepe Yunes que deja de ser el “güevos tibios” que tanto le criticaron sus enemigos y también los de casa.
De esperarse una cerrada final entre Morena y Pepe en ocho semanas más.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |