No es, de ninguna manera, un tema de desconocimiento de las leyes. En este mismo espacio se ha hecho mención al prestigio que se ganó en su tiempo como abogado el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
En todo caso se trata de una obsesión enfermiza.
Miguel Ángel Yunes Linares se asume como el dueño de Veracruz, el Rey, el Emperador. Yunes Linares actúa como si en Veracruz la única palabra que valiera fuera la suya. Exige a quien pise territorio veracruzano, absoluta obediencia, sumisión total.
Para el abogado Miguel Ángel Yunes Linares, las leyes sólo sirven cuando son útiles a sus propósitos, valen cuando con ellas se puede embestir a sus enemigos (que no son pocos).
Sólo en esa coyuntura se puede entender que se diga indignado por la postura del alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, de exigir a una empresa particular (contratada por el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares) que cumpla con la normatividad municipal antes de instalar los postes en los que habrá de colocar el gobierno estatal las mil 252 cámaras de video-vigilancia.
Exigir el cumplimiento de una norma no significa oponerse a las acciones que el gobierno estatal lleva a cabo para “mejorar” la seguridad de los xalapeños.
Tiene razón Yunes Linares cuando afirma -en un mensaje difundido la tarde del lunes- que “la capital del estado merece vivir en paz y con tranquilidad”.
Es importante que él mismo se haya enterado de ello. Tras 18 meses de gobierno, ha sido muy poco lo que su gobierno ha hecho para brindarles a los xalapeños paz y tranquilidad.
Las cámaras de video-vigilancia son útiles herramientas para el combate al crimen, pero no son ninguna “varita mágica”. Necesita especialistas que las operen, y policías -capacitados, eficaces- que actúen a partir de la información que esas cámaras proporcionen.
Esos aparatos por sí solos de nada sirven. Y si los policías que habrán de utiulizarlos son como los que capturaron a los presuntos responsables de ejecutar y desmembrar a nueve personas, a inicios del presente años, entonces estamos fritos.
Resulta que el juez de control que vio este caso en Pacho Viejo (de esos jueces que suelen actuar bajo consigna del gobierno estatal) ordenó la liberación de los cinco sujetos detenidos, debido a que “no se justificó la legalidad de la detención”, por parte de los policías estatales. La defensa, además, presentó elementos que demuestran que los detenidos fueron torturados.
O sea, “polecías” a la vieja usanza.
No es “una insensatez” exigir a todos, sin excepción, que se apeguen a la legalidad. A Yunes Linares le parece insensato, porque él sí sabe hacer distinciones entre los que están obligados a cumplir la ley, y los que son sus amigos, aliados, o cómplices.
En efecto, Xalapa no ha conformado aún su policía municipal, pero no se ha negado a hacerlo y ya emitió la convocatoria para la selección de personal que, por cierto, será capacitado en otro estado, pues la otrora prestigiada academia de El Lencero hoy no es más que una escuela de asesinos al servicio del gobernador.
Mal mensaje envía, sin embargo, el hijo del mandatario estatal, quien aspira a sucederlo en el trono, perdón, en la gubernatura, cuando anuncia que habrá de implementar el Mando Único, justo lo que su padre criticó –y deshizo- del gobierno de Javier Duarte.
Yunes Linares presume: “Cuando llegué al Gobierno, había 180 cámaras, de las cuales, 60 funcionaban. Hoy, con este nuevo Sistema, tendremos 6 mil 547”.
Nunca compares lo que “fue”, con lo que “va a ser”.
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Epílogo.
¿Por qué es la vía corta Xalapa-Coatepec la única carretera en la entidad en la que exceder los límites de velocidad se traduce en perder el control del vehículo y –como ya sucedió- perder la vida? La terquedad del gobernador es digna de un análisis psiquiátrico. Ya murió una persona y él se niega a admitir que, por las prisas para inaugurar la obra, se cometieron errores. ¡Él nunca se equivoca! *** Primero les pidió a las fuerzas federales que se concentraran en el sur de la entidad, después envió a un subsecretario de Seguridad Pública, y más tarde al propio secretario, para que coordinaran las tareas preventivas. Por ganas no han parado, pero la violencia y la impunidad en Coatzacoalcos siguen incontenibles. El inicio de semana es la mejor muestra. Cerca de las nueve de la mañana, el empresario Eduardo Moisés Echazarreta, propietario de la empresa Tubos y Conductores, fue “levantado” en la calle Miguel Ángel de Quevedo. Varios sujetos portando armas largas lo obligaron a subir a una camioneta y se dieron a la fuga. *** Por la tarde, una dama identificada como Dunia Esmeralda, y un amigo que la acompañaba, fueron privados de su libertad. A las pocas horas, luego de una rápida negociación con sus familiares, fueron liberados. *** La Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer que la mayor parte de los 353 casos de secuestro que atendió en 2017, fueron cometidos en los estados de México y Veracruz. La Unidad Especializada en Investigación de Delitos en Materia de Secuestros reportó que el mayor número de casos que atendió se presentaron en el Estado de México, con 114 asuntos. Se dio a conocer que Veracruz fue la segunda entidad con 73 casos y explicaron que en esa zona existe una disputa entre cárteles por el control territorial. *** Esa es la paz y tranquilidad que Miguel Ángel Yunes Linares nos ofrece.
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