En estrategia electoral, a Miguel Ángel Yunes Linares siempre se le ha complicado atender varios frentes a la vez.
Desde los tiempos de Fidel Herrera (un experimentado y astuto operador de elecciones) una de las estrategias que mejores resultados le arrojaba, era presionar a Yunes Linares en los municipios o distritos donde competían sus hijos, lo que provocaba que el hoy gobernador retirara su apoyo a otras zonas y concentrara a sus mejores elementos y la mayoría de sus recursos para defender “su plaza”.
Ha pasado casi una década desde aquellos enfrentamientos con Fidel Herrera, y Yunes Linares sigue demostrando que no es capaz de sostener varios duelos a la vez.
En la carrera por la gubernatura, desde la precampaña los estrategas del vástago del mandatario estatal pusieron especial énfasis en generar la percepción de que se trataba de “un duelo entre dos”, o sea entre Miguel Ángel Yunes Márquez (PAN-PRD-MC) y Cuitláhuac García (Morena-PT-PES).
Desde su óptica, el candidato de Morena -que casi no hace campaña- terminaría por desplomarse, y la segunda mitad de la campaña sería “un paseo” para el abanderado azul.
La realidad, sin embargo, ha sido muy distinta. El aspirante de Morena no sólo no se ha “desplomado” sino que se mantiene con un tercio de las preferencias, y el que sí ha mostrado un marcado descenso ha sido el hijo del gobernador.
No sólo eso. Un factor que no consideraron al inicio de este proceso, fue el crecimiento sostenido y cada vez más acelerado, del candidato de la alianza PRI-PVEM, Pepe Yunes, quien a estas alturas ya superó a Yunes Márquez y va en pos del candidato de Cuitláhuac García.
Falta menos de un mes para que los veracruzanos acudan a expresar su voluntad en las urnas y todo pinta para una elección de tercios, con un candidato (Cuitláhuac) que alcanzó su tope y se mantiene estático, otro que se ha ido cayendo (Miguel Ángel Yunes) y le apostará a la movilización y represión el primero de julio, y otro que sigue en ascenso (Pepe Yunes) y que llegará con una marcada tendencia a la alza.
Este escenario no es el que quiere el gobernador para su hijo, pero ahora no sólo tiene que combatir al candidato de Morena, sino que tambnién debe dirigir algunos misiles hacia el candidato tricolor.
Las circunstancias le son desfavorables y cuando las cosas no se dan como él las había planeado, suele desesperarse y cometer errores.
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Epílogo.
La candidata a la diputación federal por la vía plurinominal, Anilú Ingram Vallines se refirió el pasado lunes al papel que juega la mujer en la contienda electoral del próximo primero de julio: “En el PRI –dijo- estamos mujeres que hemos venido construyendo nuevas historias y hemos marcado diferencias en nuestro estado, al estar en espacios de toma de decisiones, por ejemplo dentro de ayuntamientos como es el caso de las candidatas a diputadas locales Belem Palmeros y Fabiola Balmori, y en otros casos mujeres priistas que siempre han hecho un gran papel y dando resultados a los veracruzanos, por eso estoy segura que saldremos con una victoria”. Son las mujeres un factor que poco han considerado algunos de los candidatos a la gubernatura. No debemos perderlas de vista. *** No es, de ninguna manera, un candidato más. José Abella, aspirante del Partido Verde a la diputación federal por Córdoba, le está causando más dolores de cabeza al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, de los que se imaginaban. Este martes trabajadores de una línea de transporte público propiedad del candidato cordobés cerraron el bulevar Miguel Alemán, en Córdoba. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del estado llegaron hasta ese sitio y por la fuerza retiraron a los manifestantes para que se reanudara la circulación vehicular. En el operativo ocho empleados de Abella fueron detenidos. No es una buena nota para quien promete que se desarrollarán unas elecciones pacíficas.
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