¿Por qué criticas el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares? Me preguntó un sujeto al cual le corre sangre “puramente” azul y no entiende mi animadversión por ésta administración y cada una de las tropelías que suceden en el estado de Veracruz. Me detuve un instante a reflexionar a su pregunta, pero preferí decirle, la contesto por escrito en mi próxima entrega:

El señor Miguel Ángel Yunes Linares, consideró el engaño en su postulación con la finalidad de alcanzar su sueño más preciado: ser gobernador. Los veracruzanos fueron quienes pensaron que sus promesas eran viables y decidieron favorecerlo en las urnas  con su voto.  Pero desafortunadamente les falló, los engañó, los utilizó para “trabajar” beneficios a título personal y para su familia. Jamás hubo una intención de mejorar las condiciones que han padecido los ciudadanos desde el arribo de Fidel Herrera Beltrán cuando fue ejecutivo estatal y Javier Duarte de Ochoa, quien fue el que las encrudeció, humillando al pueblo de Veracruz con su avaricia.

Pero dime, que diferencia le vez tú entre el “nuevo” mandato y el que heredaron esos dos personajes priístas. Yo como periodista sigo escuchando las mismas dolencias. Sigo viendo mujeres y hombres padeciendo lo mismo, siguen buscándome para ser escuchados por las arbitrariedades del gobierno. Sigo viendo el dolor en las caras de muchas personas que buscan a sus hijos y advierten la indiferencia de los fiscales regionales y del titular de la Fiscalía General del Estado, Jorge Winckler Ortiz y su “flamante” fiscal especial en Atención de Personas Desaparecidas, Luis Eduardo Coronel Gamboa, quienes se comportan indolentes y además bufones del ejecutivo estatal. Sigo viendo escuelas destruidas, calles desbaratadas por la omisión e indiferencia  de los gobernantes y también una delincuencia altamente desatada. En fin, todo, absolutamente todo, está ‘patas’ para arriba.

El estado de Veracruz sigue padeciendo problemas que resultan inverosímiles para estos tiempos. En el municipio de Veracruz, donde la gente también le brindó su apoyo a su hijo, Fernando Yunes Márquez, no han visto más que inapetencia de parte de éste. El día domingo pasado, alerté al alcalde porteño sobre la situación que están padeciendo los habitantes de las colonias La Campestre y Las Amapolas y su respuesta no fue menos fría que un témpano de hielo: “Si. Ya acordamos con ellos que una vez terminado el puente vamos a rehabilitar las calles usadas de manera alterna”, es decir, tienen que esperar meses para lograr que su vida se normalice. No hay voluntad, no hay mínimo compromiso por nadie, más que para ellos mismos. Hay más hoyos en las calles en la conurbación Veracruz-Boca del Río-Medellín de Bravo-; hay más dolor, hay más desesperanza. Muchos hombres, mujeres y niños queriendo conseguir una moneda en los cruceros, pues si intentan vender algo en la calle, los ‘guaruras’ de comercio municipal, como delincuentes, les exigen derecho de piso y hasta les roban sus mercancías.

Yunes Linares dice que acabará con la corrupción duartista en mensajes enviados a través de su fan page de Facebook, como también el Twitter y Periscope, dónde gasta millones de pesos del erario; pero no habla nada de la corrupción que actualmente están ejecutando sus subordinados y él mismo. Habla con desprecio de los priístas, pero opera y se conduce como ellos en su minigobierno. Miente constantemente con una facilidad, característica de una persona enferma; de alguien que se piensa más astuto que nadie.

Su afán de imponer una monarquía no es ni siquiera para beneficiar a su propia familia –aunque claro que si los salpica a manos llenas- sino para perpetuarse en el poder, pues a través de este, transpira y se alimenta. Llegando Miguel Ángel Yunes Márquez al poder, hará que éste lo imponga en la secretaría de Gobierno y ser realmente él quién gobierne el estado de Veracruz. La ciudadanía no le quita el sueño. Su aspiración es enriquecerse y tener un poder absoluto estando adentro. Un poder que le brinde la posibilidad de aprovecharlo para controlar el pleno legislativo –como actualmente lo hace- para que le aprueben reformas “beneficiosas” y convenientes para él. Hasta se puede pensar que su afán de imponer su monarquía yunista, le hará pretender cambiar la ley que rige el estado para que Veracruz y éste no vuelva a tener otro gobernador que no salga de su linaje. Acaparar el poder, ser el hombre más poderoso que jamás haya tenido el estado.

Muchos bromean diciendo que terminando su primogénito como gobernador, impulsará a Fernando, y espera forzar el crecimiento de su nieto, el hijo mayor de “Chiquiyunes” para hacerlo gobernador. No dudo en lo absoluto que esa sea su pretensión. El señor –sigo insistiendo- está enfermo de poder.

No creo en ellos, porque hoy estoy viviendo un dejavú con el proselitismo de su ‘junior’. Promete exactamente las mismas cosas que su padre ‘cacareó’, se expresa de la misma forma y se conduce similar. Habla de tecnología de vanguardia y de asesores internacionales para erradicar la inseguridad como lo hizo su padre que prometió hasta estrategias de otras partes del mundo para impedir que la delincuencia continuara operando en el estado.

Yunes Linares en el 2016 dijo erradicaría la delincuencia en seis meses cuando era candidato a gobernador. Y de la misma forma que lo está haciendo su hijo, firmó decálogos para la seguridad, para la educación, en pro del medio ambiente, en pro de los animales, en pro del campo y en pro de los indígenas. Nada cumplió. Tal son sus mentiras que hasta se sienten dioses y deciden sobre la vida de los seres vivos. ¿Recuerdas la matanza de 200 gatos que hizo Fernando Yunes pues le “molestaban”?

Visitas los planteles educativos y te das cuenta que no han recibido ni un peso en mejoras y muchos, están extremadamente carentes. No tienen paredes, no tienen techos dignos. Están edificados sobre palos y láminas y los chavos tienen que sufrir nortes, lluvias y calor. Es hasta una burla conocer una telesecundaria que no tiene absolutamente nada para llevar a cabo su plan de estudios, pues no tienen escuela, mucho menos tecnologías para cumplirla.

Visitas las fiscalías y si realizas una denuncia, jamás procede. Las instalaciones malolientes, con un aspecto realmente deprimente, pues no cuentan ni con computadoras actualizadas. Habla Jorge Winckler en sus boletines informativos de un ‘equipo de inteligencia’ cuando es palpable que la mayoría de los trabajadores que laboran ahí, hacen lo que pueden por cumplir con su trabajo. Además, es notorio que muchos de ellos, no cuentan con el perfil para desempeñar sus funciones. Son gente que no sabe ni escribir una denuncia pues en ellas encuentras horrorosas faltas de ortografía. Entiendo que esto viene de años atrás, pero, ¿Por qué el actual fiscal no ha hecho absolutamente nada para mejorarlo? No le interesa, él vive cómodo.

Hay cientos de aviadores azules –sólo cambiaron de color- en las dependencias públicas. Se llenan la boca diciendo que son el gobierno del cambio, cuando nada ha cambiado de cuando gobernaron los priístas de cepa desde hace 87 años, como Javier Duarte y Fidel Herrera. Son las mismas estrategias priístas operadas por el priísta-panista, Miguel Ángel Yunes Linares. Lo trae de escuela.  

Indudablemente mis razones por no creer, no son mi culpa. Son totalmente genuinas y fomentadas ante la incongruencia del grupo  en gobernante y la forma que se conducen. Pero ‘afortunadamente’ para ti, estás quedarán impresas en un archivo de Word. No trascenderán ni tampoco les quitará el sueño ni a tu jefe Yunes Linares, ni a ti, ni a sus “cachorros”, ni tampoco a cada uno de los panistas-fanáticos que circulan por el estado.

Su postura actual es ignorarnos, es pisotear a todo aquél que exponga su animadversión a su estilo de política convenenciera. Una administración ajena y sobre todo alejada de los intereses de los ciudadanos. Porque estás en un partido, que creen que el valor del ser humano radica en la fortuna que puedan amasar, aunque ésta sea ilegal y corrupta. Aunque sea con dinero de los veracruzanos.  Porque su pobreza es espiritual y por ello, no se tientan el corazón en vivir en la opulencia aun cuando el dinero no sea lícito. Por todo esto, muchos veracruzanos decimos: “Nos vemos en el 1 de julio”.

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