La política es un trabajo, aunque muchos no lo vean así, es un trabajo con muchas responsabilidades y habilidades para mantener a un pueblo o a un país, pujante, en desarrollo constante, haciendo valer las leyes, garantizando seguridad y trabajo.
Esos conceptos, son los que deseamos todos los veracruzanos, que los tenga muy claro el próximo gobernador, cualquiera que sea.
Ya no podemos seguir con el miedo diario por la presencia de bandas que mantienen en esas condiciones a las familias; no quisiéramos saber más de secuestros, de pago de piso, de vendettas, de asaltos y de otros delitos que se leen y escuchan en las noticias diariamente.
El próximo gobernador debe entender que la gente se siente humillada, cuando vemos esas caravanas de camionetas Suburban, que acompañan a un determinado funcionario, que además le cuesta mucho pisar la tierra.
Funcionarios que para su protección llevan escoltas adelante y atrás, cuando la gente que va caminando solo se hace a un lado, porque además de esos lujos innecesarios, los ayudantes se comportan con una excesiva prepotencia.
No es posible seguir haciendo largas antesalas en las oficinas gubernamentales, cuando la definición es servidor público, es quien está obligado a servir al público y demostrar eficiencia en sus respuestas y acciones.
Urgente reactivar la economía en toda la entidad
La gente sigue pidiendo prestado porque el dinero no alcanza, hay una crisis económica terrible, aunque los gobiernos no quisieran que se dijera o escribiera esa palabra, “crisis”, pero no se puede ocultar algo que estamos viendo y sintiendo.
Las inversiones se han alejado por la falta de garantías de seguridad, nadie quiere exponer su dinero donde lo primero que se encuentra son condiciones adversas, para que un negocio prospere.
En cada periodo vacacional escuchamos las quejas de los propietarios de hoteles y restaurantes que señalan la falta de ocupación porque la gente se ha desviado y prefiere otros destinos turísticos.
Buscan otras oportunidades para vacacionar porque si vienen en su automóvil encuentran al norte y al sur del estado carreteras destrozadas y viajan a vuelta de rueda, situación que aprovechan los malandros para hacer de las suyas.
No hay promoción de la riqueza que tiene Veracruz y es por eso que nuestros visitantes son como tristemente se ha dicho, turistas de jícama y horchata, porque no vemos otro nivel de visitantes.
Los cruceros tienen muchos años que no los vemos atracando en el puerto de Veracruz, porque carecemos de la infraestructura para atenderlos o porque sencillamente nadie se ha preocupado para atraer a esos turistas que bien podría provocar una gran derrama económica.
El próximo gabinete debe ser congruente, con especialistas
El abanico que tiene Veracruz es tan colorido y amplio que el próximo gobernador debe tener la sensibilidad de contratar a los verdaderos expertos en cada una de las materias que se deben atender y no seguir poniendo gente improvisada e incongruente.
Tener de secretario de Agricultura a un médico partero, como que no va muy de acuerdo; ver a un notario público como secretario de turismo, tampoco nos parece adecuado; un secretario de seguridad que es abogado y así podríamos señalar ese famoso compadrazgo y amiguismo, cultura arcaica que se ha seguido practicando con resultados magros.
El próximo gobernador deberá ver la política como un verdadero estadista, velar por su pueblo y aprender a escuchar a los grupos organizados o a los particulares que les puedan orientar adecuadamente.
Abrir todos los canales de comunicación con el gobernante es lo más importante, tendrá que recordar que al escuchar a una ama de casa no está perdiendo el tiempo, por el contrario, mucho puede aportar al concepto de administración.
La idea de que las oficinas comiencen a dar atención al público a las 11 de la mañana debe quedar erradicada, cuando muy bien podrían a comenzar a funcionar a las 8 de la mañana, para organizar la agenda de cada uno de los funcionarios.
El gobernador que llegue a esa silla del palacio debería comprender la importancia de establecer pactos y acuerdos con todas las corrientes e ideologías, porque en cada una de ellas siempre debe haber algo bueno.
El que llegue debe invitar permanentemente a la ciudadanía a aportar sus ideas, para enriquecer los programas de gobierno.
No alcanzaría el espacio para mencionar tantas acciones, que los ciudadanos de a pie hemos pensado que debiera llevar a cabo un buen gobernante, pero entre todas esas opiniones no debemos dejar de lado que tal vez la más importante es que sea honrado, honrado en toda su administración y con eso podríamos ver otro Veracruz inmediatamente. |