En entrevistas telefónicas hechas por los conductores de Televisa, Cuitláhuac se mostró seguro de su triunfo, dijo que actuará conforme a la ley frente al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, y aunque reiteró que no le corresponde a un gobernador mandar a la cárcel a nadie, dio a entender que se investigarían los manejos financieros y de toda índole del gobierno que concluye el 30 de noviembre próximo.
En cambio, al candidato Miguel Ángel Yunes Márquez se le oyó responder con evidente nerviosismo, descalificó la encuesta de Mitofsky que, dijo, nunca le ha atinado, y se dijo seguro de haber ganado la contienda.
Efectivamente, la elección no se gana con encuestas de salida. Faltará ver los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y, posteriormente, los resultados definitivos de la elección, para saber en qué termina esta historia.
Lo que sí es un hecho es que mientras la encuesta de salida de Mitofsky fue encargada por un tercero (Televisa) que no tiene interés en uno u otro contendiente, y esta le da un margen tan amplio al de Morena que pudo darse a conocer (se mantenían en secreto las de las elecciones en Puebla y Yucatán porque van muy cerradas), la que mostró el hijo del gobernador fueron hechas por la empresa contratada por el PAN veracruzano y cuyos resultados fueron presentados cada que salían las encuestas de Reforma, El Heraldo de México y El Financiero.
Si comparamos los resultados que arrojó la encuesta de Votia antes de los comicios, con los que presentó este domingo Miguel Ángel Yunes Márquez como encuesta de salida, vamos a darnos cuenta de que apenas se modificaron tenuemente, como para que no se desconfiara de ella. Yunes Márquez pasó de 46.2 a 45.2 por ciento; Cuitláhuac, de 40.4 a 40.8 por ciento, mientras que Pepe Yunes pasó de 12.4 a 12.9 por ciento.
Una respuesta dura de los veracruzanos
Esta elección parece asestar un golpe muy duro a una campaña que empeñó buena parte de los recursos públicos y que pretendió eternizar a una familia en el poder sobre Veracruz.
En caso de corroborarse la derrota del exalcalde de Boca del Río, los resultados habrán mostrado el enojo y la molestia de los veracruzanos contra un estilo de gobernar que priorizó el interés familiar por sobre todos los demás, que agravió a miles de empleados públicos a quienes les dio una patada en el trasero sin siquiera cumplir con liquidaciones legales, que criminalizó y afectó el bolsillo de decenas de miles de taxistas, que impuso su ley sobre ayuntamientos legalmente constituidos.
Una dura respuesta contra un gobierno que no solo no contuvo la creciente violencia criminal que ha causado la muerte de centenares de paisanos a manos de la delincuencia organizada, sino que vio crecer el número de homicidios calificados, secuestros y desapariciones forzadas como no se había visto en la entidad, que ninguneó a quienes buscan a sus familiares desaparecidos, que no ha hecho mucho por atraer inversiones que generen empleos y ha realizado una cruzada contra las empresas locales, negándoles el pago de los adeudos públicos y contratando a empresas de otros estados, además de aquellas de familiares, amigos y compañeros de partido.
No más yunismo azul, parecen dictar los resultados señalados por las encuestas de salida.
López Obrador y Morena, en los cuernos de la luna
En el caso de la elección presidencial, Consulta Mitofsky coloca a Andrés Manuel López Obrador como el claro ganador de la contienda. El candidato de la coalición Juntos Haremos Historia tendría una ventaja en las preferencia electorales de entre 43.00% y 49.00% de los votos, de acuerdo con datos de encuestas de salida ofrecidos por Televisa.
En un lejano segundo lugar está Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, con entre 23.00% y 27.00% de los votos, y en tercera posición, José Antonio Meade, de la coalición Todos por México, con entre 22.00% y 26.00%; al final, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, con entre 3.00 y 5.00%%.
A diferencia de lo que ocurre en los estados, particularmente en Veracruz, el candidato a la presidencia por la coalición Todos por México, José Antonio Meade Kuribreña, reconoció la noche de este domingo que las tendencias en el voto no le favorecen, y dijo además que el ganador, de acuerdo a los datos preliminares, es Andrés Manuel López Obrador, a quien deseó la mejor de las suertes.
Pronto tendremos los resultados definitivos. Lo que queda claro es que tras tres campañas electorales, Andrés Manuel López Obrador halló la fórmula para atraer (y mantener) la simpatía de millones de mexicanos, cansados de la enorme corrupción no solo de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón sino, sobre todo, la de Enrique Peña Nieto, que fue el que revivió al PRI y el que tras seis años ha puesto el último clavo al ataúd del vetusto partido nacido de la Revolución.
La ventaja de Morena también alcanzaría para ganar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, con Claudia Sheinbaum, y los gobiernos estatales de Morelos, con Cuauhtémoc Blanco; de Chiapas, con Rutilio Escandón, y de Tabasco, con Adán Augusto López.
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