Al momento de escribir estas líneas, Cuitláhuac gana con el cómputo del 93% de las actas y una diferencia de 5 puntos porcentuales, que significan 180 mil votos de diferencia.
Ciertamente los datos del conteo rápido y del PREP no son datos legales, sin embargo marcan una clara tendencia ganadora que se antoja irreversible toda vez que no hubo eventos significativos en la entidad que pudieran llevarnos a escenarios de nulidad de casillas o incluso de la elección.
Bueno, al menos no que estemos enterados.
Habrá que esperar al cómputo y si los resultados se sostienen, sabremos si acepta la derrota el candidato panista o lleva a tribunales la decisión.
Por lo pronto en el estado la gente ya no quiere pleitos ni dilaciones. Quiere seguir trabajando, sumarse a quien resultó ganador y hacer de Veracruz un mejor lugar para vivir.
Salvo que se pruebe lo contrario, Cuitláhuac ganó a la buena, recibió el mandato de la mayoría que salió a votar y esa misma mayoría quiere que se respete su voluntad.
Pepe Yunes aceptó su derrota y asumió la responsabilidad de la misma, con los pantalones y la dignidad que le faltan por mucho a sus correligionarios. Pepe concedió que Cuitláhuac ganó.
Esperemos que de ratificarse, la transición se lleve en orden y en paz. Veracruz lo demanda y lo necesita. |