Pasó lo impensable. La selección mexicana de futbol le ganó a Alemania y de esa manera nos volvió a ubicar en el tema de siempre se puede lograr todo, no importa el reto.

Pero también al ganar, México pierde, porque con la victoria de la verde, hemos entrado de lleno en el tobogán del mundial y ahora si nadie nos podrá sacar de ahí.

Ya no habrá otro tema de discusión en demerito de los temas de mayor importancia de la vida social, económica y política.

Si ya nos valía gorro todo pues ahora más, todo podrá esperar a que nos eliminen para volver a la cruda realidad.

Y así, con un gol del Chucky Lozano, serán borradas las campañas electorales. De suyo ya estábamos hartos de ver y oír lo mismo, ya estamos agotados de tanto ataque, mentira, pose y promesa fácil. La selección entretiene más y lo veremos en las siguientes semanas.

Quien querrá ver y oír las dichosas mesas de análisis tratando de incidir en la preferencia, cuando veremos hasta la saciedad la repetición del partido, los memes de las escorts y de Zague?

Nadie. Pocos hoy estarán discutiendo quien ganó el debate de candidatos a gobernador del estado. En las mesas de los cafés se hablará de los fallos del Chicharito y de los cambios de Osorio.

Mal que quitemos la atención de lo que nos debe importar. Estas semanas son decisivas para nuestro país, más allá de lo que hagan los jugadores de la selección.

Mal, por quienes asesoran a los candidatos y planearon una ofensiva final en los últimos quince días. No contaban con qué Alemania perdería y ahora sí que ni quien los pele.