No hay equidad ni respeto. Es a todas luces, una estrategia planeada, para irle reduciendo los espacios de participación a una oposición que si bien es cierto no pinta en el marcador de los votos, si puede hacer mucho ruido, dada la experiencia de sus legisladoras y legisladores, que supera en mucho a la de la mayoría en ambas cámaras.
El Presidente electo ha dicho una y otra vez que debe haber consenso, diálogo, acuerdos, no una aplanadora. Se los dijo antes de que tomaran posesión y en una segunda reunión hace poco, debido a la percepción negativa que están generando las decisiones recientes.
Pero aquí solo quedan de dos sopas: o se pasan a AMLO por el arco del triunfo o son acciones concertadas con estrategia mediática de que los regañan.
En cualquiera de estos casos, México pierde, en lo que comienza a verse como una prematura acción de cerrar los espacios a la oposición y tratar de que sólo una voz se oiga: la de ellos.
De no corregir el rumbo y continuar así, estaríamos dando pasos gigantescos hacia atrás en la consolidación de un estado democrático que respeta la libre expresión, no importa cómo se manifieste esta. |