Pero la verdad es que les ha valido y les vale bolillo. Miles de familias aun duermen en la calle, en casas de campañas improvisadas, sin el mínimo de decoro y dignidad, sin el mínimo de satisfactores básicos, olvidados porque pues se cruzó una elección y nada era más importante.
Monumentos históricos, escuelas y viviendas siguen en ruinas, sin el seguimiento ni el despliegue que se presumió en los primeros días posteriores a los temblores. Los medios también se retiraron del tema y ahora en el aniversario hacemos programas especiales para no dejar pasar la fecha.
Pero hay que aceptarlo, en la mayoría de los casos, hemos sido omisos y como los gobiernos, hemos dejado solos a los damnificados.
No hay mucho que decir, salvo pretextos, para explicar el porqué aun la gente duerme en la calle. No logramos entender porque, salvo que sea porque no les importa un comino lo que les pase.
Cómo estarán las cosas, que él gobierno de lo Estados Unidos, ha donado 200 mil dólares para
restaurar, reestructurar y conservar el ex convento franciscano de San Martin de Tours en Huaquechula, Puebla.
Tomado del fondo de Embajadores para la Preservación Cultural del Departamento de Estado, la Embajada de los Estados Unidos entregó el recurso al INAH para los trabajos que se necesitan llevar a cabo como consecuencia del terremoto de hace un año.
Así que tuvo que ser Estados Unidos quien le entrara al quite, en un gesto de amistad y solidaridad.
Estos aniversarios deben ser de reflexión si, pero de acción y de exigencia también. Que no se quede en actos cívicos y programas especiales. Hagámoslo por los miles que lo perdieron todo, duermen en la calle y no hay quien los quiera ayudar. |