El PRI, con Héctor Yunes Landa, logró colocarse en segundo lugar, por efectos de la propia duda de muchos veracruzanos, que finalmente votaron por él y por el PRI, a quien no podían abandonar de la noche a la mañana, o bien, porque la reflexión política no llegó a tiempo. Finalmente, Morena, con Cuitláhuac García, quedó en tercer lugar.
Pero vino la buena para el ahora Gobernador electo, y los papeles cambiaron, de tal manera, que con el hartazgo que generaron los ex gobernadores Fidel Herrera Beltrán, y Javier Duarte de Ochoa, más el giro equivocado de la actual administración, el terreno más fértil para ganar en Veracruz, quedaba en manos de Cuitláhuac García Jiménez. Así fue, tanto que el rechazo del PRI, con un excelente candidato, como fue Pepe Yunes, tuvo que aceptar que ocuparía el lugar electoral que antes ocupara Morena, con su candidato, García Jiménez.
Ni el PRI, ni el PAN, pudieron detener la decisión de los electores veracruzanos. Ambos cargaban con la pesada loza de quienes habían gobernado anteriormente y la triste decepción que ya estaba generando, desde ese entonces, el todavía Gobernador de la entidad.
Es más, se dice, que ni siquiera estos dos partidos políticos, aliados para un mismo fin, hubieran sido capaces de ganarle a Morena, y a Cuitláhuac García Jiménez. Más bien, ambos fueron los que abrieron la puerta de Palacio de Gobierno, al nuevo mandatario estatal, a partir del primero de diciembre próximo, por lo múltiples errores cometidos.
Cuitláhuac García Jiménez, entró, prácticamente, como cuchillo en mantequilla, pues el panorama político, estaba de su parte, como lo estuvo también para el actual alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, más el efecto considerable del propio candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Fue, sin duda, una convergencia de condiciones políticas, a la medida, pues nada hubo que hacer por parte de los partidos políticos más fuertes en la oposición a Morena. Ambos, ahora, están apechugando las consecuencias y mirarandose, uno frente al otro, aceptando sus propios errores.
¿Pero, que tendrá que hacer el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, que desde el altiplano, será vigilado permanentemente por quien gobernará a la nación?.
Desde luego, que tendrá que utilizar las estrategias políticas más aceptables, porque desde arriba le exigirán un buen trabajo, un buen desempeño político y un cúmulo de aciertos de gobierno, para no perder el espacio ganado, porque bien saben en el altiplano, que no tendrán segura la posición, si no responden eficazmente a los propósitos planteados.
El propio Presidente electo de México, sabe perfectamente bien que el PRI, esta latente, que los veracruzanos, volverían a votar por él en cualquier momento, siempre y cuando en las próximas elecciones, se decida por un buen candidato que podría ser el mismo Pepe Yunes, o bien, otro salido de toda la reserva política que tiene.
Mientras tanto, Morena, tendrá que decidirse por un candidato local, como ahora, pero con mayor presencia y ese, sin duda, ya es ahora Senador de la República, político calado y con buenos resultados.
El PAN, ese sí, ya estaría muerto.
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AL ALCALDE DE XALAPA, ya le pidieron su renuncia.
Tal petición ha venido de algunas organizaciones políticas, pero puede ser, también, el reflejo de lo que en este momento esta pensando la propia sociedad de esta capital veracruzana.
A Don Hipólito, le dieron la oportunidad de gobernar al tercer municipio más importante de la entidad, con un amplio presupuesto, pero no ha logrado acomodarse al ritmo de una buena administración.
Primero, porque se sabe que su gobierno se encuentra intervenido por malos asesores, por personajes que actúan en lo interno y resuelven, en muchos de los casos, sin su consentimiento o aprobación.
Esto es un grave error, por no tener la rienda del mando municipal en sus manos y dejar, quizá por inexperiencia, que otros sean los que resuelvan los problemas y los conflictos entre municipio y gobernados, a los que, de plano, él, como académico, no estaba acostumbrado.
Tan solo con el problema de la basura, la sociedad se ha dado cuenta que no existe capacidad, que falta algo dentro del gobierno municipal, que despierte a quienes lo tienen en sus manos.
Con las buenas intenciones, no se puede gobernar a un municipio de la dimensión política y económica que tiene el de Xalapa. Don Hipólito, no es político y el manejo de recursos en grandes cantidades, así como su dispersión en los asuntos prioritarios, lo mantienen con las manos atadas.
En más de nueve mes, no se ha hecho nada y el caos comienza a florecer.
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POCAS VECES, en la historia política de Xalapa, se ha visto que los medios de comunicación, estén en completo desacuerdo con las decisiones del gobierno municipal.
Esta semana se ha visto que todos se han dedicado a fijar su posición en contra de lo que se hace en el ayuntamiento local, de tal manera, que no se debe tanto a la falta de control en este sentido, sino al verdadero análisis de la situación que perjudica a todos los habitantes de esta capital.
En gran medida, esta semana, los medios de comunicación se han preocupado por las condiciones que imperan en Xalapa, respecto del problema de la basura, como de la rehabilitación de calles y avenidas que se encuentran en desastre, más otros problemas donde bien se han señalado los errores y sobre todo, la falta de experiencia y plena voluntad.
Ojalá, como todo mundo espera, que las cosas retomen el camino de la certeza en el gobierno y de las buenas decisiones para hacer que verdaderamente, esta capital, florezca.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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