¿QUÉ CULPA tienen los veracruzanos que votaron por Andrés Manuel López Obrador, en las pasadas elecciones del primero de julio, para que el ahora Presidente electo de México, haya cancelado su gira de trabajo y agradecimiento por la preferencia electoral?
Los conflictos políticos que se engendraron durante mucho tiempo entre López Obrador, y el Gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares, parece ser el motivo principal para tomar esta decisión de dejar al Estado de Veracruz, de manera pendiente, se supone, para no estar con la militancia de Morena en Veracruz, además de todos los simpatizantes que lo hicieron ganar de calle las elecciones presidenciales.
Aparte, muy aparte, del enfrentamiento que existe entre los dos personajes de la vida política nacional, López Obrador, pudo hacer el viaje a Veracruz, sin tener que reunirse, como lo ha hecho con otros gobernantes del país, con el Gobernador del Estado, donde no hay compromiso de ninguna naturaleza, puesto que el Presidente electo, es precisamente eso, electo, pero todavía, cuando menos constitucionalmente, no esta en funciones, lo que le obligaría a invitar al gobernador, ya sea de manera oficial o de alguna manera, como mera cortesía.
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Pero no, en este momento López Obrador, pudo haber venido a Veracruz, para reunirse con sus simpatizantes, tanto del partido como de los ciudadanos que cansados de la situación que existe en México, han querido darle un nuevo sentido a la gobernabilidad en el país, pero ha preferido cancelar la gira y dejar a Veracruz, totalmente fuera de este contexto político, lo mismo que esta haciendo con el Estado de Puebla, donde también, su partido, tiene fuertes enfrentamientos políticos con el PAN, donde este partido ganó finalmente las elecciones.
Esto quiere decir, que es más importante el pleito político con los gobernantes de estos Estados, que la propia militancia y simpatizantes de su persona, para agradecerles, de manera cercana, el haber confiado en sus propuestas y en el proyecto de su próxima administración federal. Ya comienzan, por esta decisión tomada en momentos de apuro, a sentirse las reacciones de miles de veracruzanos, que están de su lado y que es importante, políticamente, mantener esta relación política, para los efectos del futuro, tanto en la entidad, como a nivel nacional.
Ya están creyendo los veracruzanos que votaron por él, que en verdad, hay desinterés del Presidente electo, para encontrarse con las masas ciudadanas en la entidad, luego de que bien se sabe que Veracruz, fue uno de los Estados de la República, que aportaron miles de votos, tanto para él, como candidato presidencial, como para el aspirante a la gubernatura del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, quien conociendo la sensibilidad que existe en Veracruz, desde el punto de vita político, ya se hubiera apersonado ante López Obrador, para convencerlo de que venga a la entidad, en algún momento, porque pudiera ser contrapruducente el hecho de desestimar al electorado veracruzano, considerando que es el Estado que gobernará a partir del primero de diciembre próximo y que por lo tanto, requiere del mayor apoyo ciudadano, atendiendo las circunstancias políticas que se están presentando.
La suspensión de la gira de agradecimiento por el Estado de Veracruz, es altamente significativa, porque se advierte que más le interesa al Presidente electo, su relación política con el actual gobernante, que la propia ciudadanía que lo hizo Presidente, en la parte que le correspondía, y es a quien se debe y no precisamente al Gobernador del Estado.
Cosas que se ven en la política de estos tiempos, donde la sensibilidad política, ha dejado de ser parte de una buena relación de gobernantes y gobernados, pues es importante en estos tiempos mantener la unidad política en torno a su futuro gobierno que entra, como se sabe, con grandes responsabilidades y compromisos que los propios veracruzanos, saben que se tienen que cumplir, porque de otra manera, se estaría en el plan de mas de lo mismo, como suele decirse cuando las cosas siguen de la misma manera dentro de un gobierno federal o estatal.
De ahí que Andrés Manuel López Obrador, debería recapacitar en esta decisión tomada recientemente, porque no todo se encuentra en la victoria electoral, pues el mismo Presidente electo, ha manifestado su aceptación por la revocación de mandato, cuando un gobernante no satisfaga las expectativas de sus gobernados.
Hay que recordar que el proyecto político de López Obrador, no se queda en el ejercicio de este sexenio que comenzará, sino que va más allá de lo que se piensa, es decir, en el futuro de su partido y de su gobierno para mantener el poder en cuando menos el siguiente sexenio.
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DESPUES DE LA ANDANADA de críticas a sus precandidatura a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, Juan Carlos Molina, se ha quedado quieto en sus pretensiones de relevar al actual dirigente Américo Zúñiga Martínez, pues no tardó en asomar la cabeza, cuando ya los diversos sectores políticos del tricolor, se le estaban yendo encima porque consideraron que si en la Liga de Comunidades Agrarias, no ha hecho nada por los campesinos veracruzanos, menos podría dar resultados positivos frente a uno de los partidos políticos más importantes del escenario político nacional y estatal, ahora que se encuentra en en la lona por los golpes que le dieron el primero de julio pasado.
Desde luego, que al dirigente estatal de la CNC en Veracruz, no se le han negado sus derechos a participar, pero la prudencia indica que es tiempo de esperar a que las cosas se vayan acomodando poco a poco, pues lo que requiere el tricolor, es una nueva generación de políticos que lo levanten y lo respalden.
De ahí que Juan Carlos Molina, como otros que se han apuntado, podrían estar picando el avispero, pero sin mayores resultados, porque la militancia priista, ya esta consciente de que el PRI, necesita nueva sangre, con experiencia política y con plena voluntad para lograr sus objetivos.
Ya decíamos en otra entrega de esta columna, que la mayor parte de veracruzanos, seguirán votando por este partido, porque se consideran priistas de verdad, que si bien en esta ocasión votaron en su contra, fue por todos los acontecimientos que se dieron con el saqueo de las arcas, donde fueron protagonistas los priistas de ese momento, incluyendo al propio Ex gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, como el principal actor de estos hechos y que, por cierto, ya se encuentra expulsado del seno partidista, pero que la militancia de muchos años seguirá siendo parte esencial para las futuras elecciones donde participe el Revolucionario Institucional, aunque, como se sabe, no estarían de acuerdo en que llegaran personajes que ya fueron probados y no dieron resultados.
Vaya pues, que los aspirantes a dirigir los destinos del PRI, deben hacerse varias preguntas asimismos y responderse honestamente.
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UNA PREGUNTA QUE muchos se hacen en este momento es la siguiente: Si a Ricardo Ahued Bardahuill, se le ha ido el sueño por saber que no lo consideran militante de Morena.
La verdad que al Senador de la República, le esta pasando lo mismo que en el PRI, cuando muchos personajes de la vida pública de Veracruz, no lo consideraron priista, sino un simpatizante que por tener presencia política, ser respetado por todos y ser garantía de triunfo electoral, le otorgaron las candidaturas que siempre ganó, como ahora ha ganado dentro del partido de Morena.
De ahí que a Ricardo Ahued, no le quita el sueño nada, ni siquiera el rechazo de los que sí se consideran de Morena, porque hasta en forma independiente ganaría cualquier posición política.
En Xalapa, lo quieren mucho y es un fenómeno político muy interesante que habría de analizarse más detenidamente, porque ahora, su popularidad se extiende a todo el Estado, con su reciente victoria político electoral.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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