Por supuesto que le asiste toda la razón al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares cuando dice que “yo no debato con delincuentes”, como respondió este domingo a los reporteros porteños que le preguntaron sobre las lonas que ese día habían aparecido colgadas en los municipios de Poza Rica, Coatzintla y Tihuatlán, en las que presuntamente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) hacía señalamientos en contra de él y se deslindaba de la autoría del crimen de la universitaria Valeria Cruz Medel, hija de la diputada federal de Minatitlán, Carmen Medel, de MORENA.
Si como gobernante fue muy criticado cuando hasta a principios de este año solía retar a debatir públicamente a su adversario político Andrés Manuel López Obrador, hoy Presidente electo, entonces se vería peor que ahora lo hiciera con este grupo de criminales.
Yunes, en efecto, no debe ni tiene por qué debatir con estos delincuentes. Al contrario, contra ellos debería ser implacable, perseguirlos y combatirlos con todo el peso de la ley, tal como lo prometió en su campaña electoral de 2016 y le valió el voto mayoritario del electorado veracruzano, que confió en él por su presumida experiencia en materia de seguridad pública debido a los cargos que había desempeñado tanto en el gobierno del estado como en el federal.
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Posteriormente, ya como gobernador electo, Yunes reiteró su promesa de aplicar mano dura al crimen organizado para evitar más casos de ejecuciones, secuestros y extorsiones. Inclusive, el sábado 17 de septiembre del año antepasado, durante el último foro del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018, Yunes mandó un contundente mensaje a la delincuencia desde Pánuco: “Se van a encontrar a un gobernador que tiene los pantalones bien puestos y la mano muy firme para combatirlos, de correr todos los riesgos. ¡Ya basta de complacencias con los delincuentes, porque ya basta de desaparecidos!”. “¡Ya basta de homicidios, ya basta de extorsión, ya basta de pago de derecho de piso y ya basta de que nuestro estado se encuentre en manos de la delincuencia organizada, permitido sin duda alguna por los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública. ¿Nos toca acostumbrarnos a que toda la vida vivamos con miedo? ¿Nos tendremos que acostumbrar a vivir en la inseguridad? ¿Nos tenemos que acostumbrar a vivir en el terror? ¡La respuesta es no!”, afirmó el entonces gobernador electo.
Sin embargo, ayer lunes, aparecieron más lonas colgadas en otros municipios del centro y sur de Veracruz con el mismo mensaje en su contra de las que el día anterior fueron colgadas en tres cabeceras municipales del norte de la entidad, atribuidas también al CJNG, un grupo que apareció hace siete años autollamándose “Los Mata Zetas” y atribuyéndose los 35 cadáveres que en septiembre de 2011 fueron arrojados en el bulevar Ruiz Cortines de
Boca del Río, casualmente el día anterior de una Reunión Nacional de Procuradores de Justicia.
Según versiones obtenidas por esas fechas de funcionarios cercanos a las investigaciones, el diario capitalino “Reforma” y el portal “Animal Político” publicaron que en el asesinato de estas 35 personas se habrían usado técnicas castrenses, reforzando la especulación de que este grupo sería paramilitar, formado con la presunta anuencia del entonces Presidente Felipe Calderón.
¿Será por eso por lo que en las mantas que se les adjudican y que han aparecido desde el domingo, le reclaman al gobernante panista que se empeñe en “culparnos de asesinos, secuestradores y demás (sic)”, refiriéndole que sólo “hacemos lo que tu policía no hace…”?
¿Será por ello también que Yunes se niega a responder? El colmo es que entre las lonas que aparecieron este lunes, una fue colgada hasta en el palacio municipal de Playa Vicente.
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