Con esas promesas y propuestas ganó, le dio una paliza al candidato del partido con más de 80 años de triunfos consecutivos. Héctor Yunes Landa, y cientos de miles de veracruzanos, no lo podían creer cuando eso sucedió.
Pero ¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué el padre fue el causante de la estrepitosa derrota de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez? Por las distorsiones de sus dos propuestas y promesas de campaña.
La primera distorsión. La economía no creció. Los empleos no llegaron. La pobreza no la pudo abatir etiquetando veracruzanos con el doble propósito de darles para que le dieran. Le falló la estrategia, el truco de las despensas para ganar votos incluso los mismos panistas a nivel nacional la echaron a perder con aquella famosa frase de ‘Toma lo que te dan, pero vota por el PAN’, y eso exactamente le hicieron al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares. El medio ambiente llegó a tales extremos de abandono que deberán pasar muchos, pero muchos años para que se reviertan los problemas de contaminación de aguas, tierra, atmósfera y aire. Prometió poner los centros de verificación en manos de la Universidad Veracruzana pero nunca lo hizo por lo que la contaminación del aire en las ciudades y la corrupción solo cambió de manos. Las grandes inversiones nacionales y extranjeras jamás las pudo concretar y su promesa cumbre de controlar la inseguridad porque él sí tenía la experiencia, fue lo peor pues dejó a Veracruz ubicado en los primeros lugares de secuestros, muertes violentas y violencia en general.
La segunda distorsión. Si bien es cierto que el exgobernador Javier Duarte de Ochoa cayó en la cárcel como millones de veracruzanos urgían, y que gran parte de su gabinete legal fue hospedado en Pacho Viejo, así como que se llevó al cabo la recuperación de bienes robados para gusto y entender de los veracruzanos, Yunes Linares dejó la innegable impresión que aplicó una justicia selectiva a conveniencia política, negoció la justicia; así lo dijo en el Congreso en su comparecencia de despedida. Negoció bienes por la libertad de los corruptos que los veracruzanos querían ver tras las rejas.
Otro factor que influyó en el odio que despertó Yunes Linares de más de millón y medio de veracruzanos que votaron en contra de su hijo y en favor del hoy gobernador Cuitláhuac García Jiménez, fue ver a todos los burócratas que colaboraron con Duarte como corruptos. En la transición los insultó, los corrió, cientos de miles de expedientes duermen el sueño de los justos en los tribunales en donde Yunes colocó a su gente para que nadie de los quejosos por despidos injustificados ganara un solo pleito.
Yunes Linares masacró líderes sociales, aplastó a todo lo que olía al fidelismo y duartismo, sin ver que esos ‘ismos’ siempre han estado compuestos por unos cuántos y los demás simplemente son servidores públicos que tienen la mala o buena suerte de trabajar bajo las órdenes de gobernantes malos o buenos. Muy ajenos de las decisiones importantes y de la corrupción. Pero Yunes barrió parejo.
Yunes bajo amenazas y presiones jaló a los más importantes exoperadores políticos del PRI del Norte, Sur y Centro del Estado. Copó todo. Pero la gente se espantó de tanto poder desplegado en tan solo dos años. Tuvo miedo de darle otros 6 años al tirano. Al absoluto. Al ‘amigo’ del pueblo, pero enemigo de todos los que tuvieron la mala fortuna de servirle a Veracruz en los tiempos malos de Fidel y de Duarte.
Yunes Linares no quizo sumar votos, quizo vengarse y se equivocó de molinos de viento. Tumbó todos y entre todos se levantaron para vencer a su hijo.
Por eso la noche del viernes en el Puerto de Veracruz y Xalapa lo agarraron a palos, aunque haya sido simbólicamente en piñatas.
Por eso, la foto de Miguel Ángel Yunes Márquez no circuló este fin de semana por todo lo alto de los medios de comunicación.
Es más, pudiera no aparecer de nuevo en la próxima campaña para el cambio de gobierno en el 2024 pues las declaraciones que Miguel Ángel Yunes Linares dio al salir de la comparecencia de despedida en el Congreso de Veracruz suenan más bien a que él y nadie más que él es el hombre que Veracruz necesita para alcanzar la grandeza. Y no, como muchos piensan, que trabajará para que su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez vuelva a competir por la silla principal del gobierno de Veracruz.
@frlicona |