En agosto, Winckler volvió a insistir con la renuncia y el gobernador le contestó con un lacónico “aguanta”. Pero Winckler habló de su desgaste físico (casi no duermo) del abandono a su familia (casi no los veo) y sobre todo, de su desgaste como Fiscal estatal (me atacan por todos lados y así no puedo trabajar).
Según me dicen, bastó una mirada penetrante del gobernador para que el muchacho entendiera el mensaje. Y guardó su renuncia para mejor ocasión.
Pero cuando el gobernador electo Cuitláhuac García y el futuro secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros, manifestaron públicamente que lo reprobaban como Fiscal y exigían su dimisión, el funcionario dijo al gobernador casi en tono lastimero: “Me quiero ir con usted”.
Esta vez Yunes le contestó que no iba a aceptar que renunciara: “No te preocupes, nada va a pasar. Te vas a quedar porque te necesito para lo que venga”. “Pero es que Cuitláhuac y…”. “Nada, tu tranquilo. Te repito que nada va a pasar, aguanta. Es necesario que quienes van a ocupar este edificio sepan que hay un Fiscal fuerte al que le faltan siete años para terminar su encomienda. De hecho quiero que mandes ese mensaje: que durante los próximos siete años pondrás todo tu empeño por servir a Veracruz” “Pero es que…”. “Entiende Jorge, tu no te vas”.
Más o menos así habría sido la conversación entre ellos.
Un par de veces Jorge Winckler aseguró a los reporteros que cumpliría su encargo por los restantes siete años, pero lo único que logró fue alborotar el avispero. A la exigencia de Cuitláhuac y Eric se sumaron los diputados de Morena, los Colectivos de Familiares de Desaparecidos, empresarios, abogados, líderes gremiales y la bola sigue creciendo.
Desde entonces Jorge Winckler ha estado a la defensiva, se amparó contra su posible destitución pero nadie lo quiere ya como Fiscal. Y no sólo eso; sus enemigos -que los tiene por racimos- ahora lo quieren en la cárcel.
Para colmo, este martes el Congreso local validó el informe de la Secretaría General por el que la mayoría de los ayuntamientos aprueban el decreto que reforma la Constitución, para que la Legislatura pueda removerlo del cargo.
Casi solo (lo defienden algunos diputados panistas), peleado con todo mundo y como gato boca arriba tratando de defender con débiles arañazos las tarascadas de sus oponentes ¿a qué se queda Jorge Winckler?
Lo más prudente, decente, ético y sano es que presente su renuncia y se vaya. Y ya como ex Fiscal se prepare contra la andanada de denuncias penales que se le vendrán encima, y que requerirán de sus vastos conocimientos en derecho para librar la cárcel.
Nuevo rector de la UPAV
Durante los dos años del yunismo la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) tuvo tres rectores (dos mujeres y un hombre), pero de los tres no se hizo uno. Su último rector, un individuo de cuyo nombre no quiero acordarme, fue lo que le sigue a nefasto y dejó a la institución al borde del colapso.
La Junta de Gobierno de la UPAV designó a Ome Tochtli Méndez Ramírez como rector de esa casa de estudios, y el nombramiento fue ratificado por el gobernador Cuitláhuac García.
La noticia fue recibida con beneplácito por la comunidad de la UPAV pues saben que el nombramiento fue académico y no político. Además de manifestar su confianza, tanto maestros como alumnos reconocieron la trayectoria académica de Ome Tochtli.
Enhorabuena por los estudiantes que saben que llega una persona que le apuesta a la calidad educativa y enhorabuena también por la UPAV.
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