Desde el inicio de su campaña, la empresaria radiofónica y una de las herederas de uno de los emporios de medios de comunicación más importantes de todo el estado, fue blanco de señalamientos graves como el hecho de ser adicta.
Y es un hecho innegable, la hoy diputada local del distrito Xalapa II por Morena sí es adicta, pero no al alcohol, a la cocaína, a la marihuana ni a las anfetaminas, bueno al menos yo le concedo el beneficio de la duda, es adicta a hablar tonterías, a tener un comportamiento y discursos erráticos, al protagonismo, adicta a mandar mensajes titubeantes y a expresar ideas poco claras, a subirse al trapecio político y a brincar de un partido a otro, al oportunismo pues.
Inmersa en ese contexto que muchos de sus colaboradores atribuyen a su “inexperiencia, falta de oficio político, sensatez y a que con frecuencia pierde la cordura”, la locutora-diputada logró unir a todas las mujeres.... pero en su contra.
Ante la ola de feminicidios que aqueja a Veracruz, propuso un “toque de queda” para las féminas a fin de que después de las 22:00 horas ya no salgan de sus casas, pero las reacciones en su contra no se hicieron esperar y los adjetivos hacia ella a través de las redes sociales han sido muchos y muy variados. Lo menos que le han dicho es “traidora”, “trepadora”, “oportunista” e “ignorante”.
Y es que a las mujeres veracruzanas les resulta indignante que la diputada de Morena, quien ya ha sido víctima de violencia de género y que hoy ostenta el cargo como secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género del Congreso del estado, pretenda “encerrarlas” en vez de proponer políticas públicas para que nadie las lastime, ni las mate.
A través de la página https://www.soycarmin.com/trendy/diputada-de-morena-ana-miriam-ferraez-centeno-toque-de-queda-feminicidios-20190121-0022.html, se da a conocer que con base en estudios y cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el hogar, es el sitio “más peligroso” para las mujeres.
Se revela que casi el 60 por ciento de las 87 mil mujeres que fueron asesinadas en 2017 en todo el mundo fue víctima de un crimen machista cometido por sus parejas, ex parejas o familiares hombres, de ahí la afirmación de que el hogar es inseguro para ellas. “El INEGI reforzó estas declaraciones. Para empezar, en los últimos diez años (2007- 2016) fueron asesinadas 22 mil 482 mujeres en las 32 entidades del país, revelan cifras de dicha institución. Es decir, en promedio, cada cuatro horas ocurrió la muerte violenta de una niña, joven o mujer adulta. Las causas fueron por mutilación, asfixia, ahogamiento, ahorcamiento o bien degolladas, quemadas, apuñaladas o por impactos de bala. El Inegi detalla que las carpetas de investigación por homicidios violentos que iniciaron los Ministerios Públicos de las Fiscalías y Procuradurías estatales pasaron de mil 83 en 2007 a dos mil 735 en 2016, lo que presenta un incremento de 152%”.
En el mismo sitio, también se precisa que no existe un lugar seguro para ellas; sus casas, un parque, el trabajo o el transporte público, hoteles o calles se encuentran entre los principales lugares donde niñas, jóvenes y mujeres adultas son asesinadas de forma violenta, según registros de fiscalías y procuradurías de las 32 entidades, así como de organizaciones sociales.
Diversas organizaciones de lucha por la equidad catalogaron de “indignante” y otras como Equifonía AC., Colectivo por la Ciudadanía, Autonomía y Libertad de las Mujeres, en voz de su presidenta Aracely González Saavedra, le sumó “falta de responsabilidad, compromiso y desconocimiento” de una problemática, por parte de la diputada adicta a la sandez. ¡Vivan la libertad y los derechos de las mujeres! Lo menos que debe hacer la legisladora es contratar a unos buenos asesores que la ayuden a no decir tanto disparate.
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