El monto es tan solo lo tan solo lo del año 2014
Para quienes nos preguntamos junto con Pancho López el filósofo de mi pueblo, a donde fueron a parar los miles y miles de millones de pesos que como en un sofisticado acto de magia sexenal desparecieron de las arcas del gobierno del estado de Veracruz durante la administración de Javier Duarte de Ochoa, resulta interesante la nota publicada el pasado fin de semana por el diario Reforma, en la que se asegura que la Auditoría Superior de la Federación multiplicó por diez veces, el monto de los desvíos, cuya responsabilidad se pretende imputar a Antonio Tarek Abdala Saad -uno de los diputados federales intocables del PRI en la anterior legislatura- y quien fuera ex tesorero del exgobernador ahora preso.
Lo que la Auditoría Superior de la Federación está demandando que resarza el ex tesorero del estado -Secretario de Finanzas es el título del cargo- son ni mas ni menos que 5 mil 389 millones de pesos.
Se supone que Antonio Tarek Abdala deberá de comparecer este miércoles 13 de febrero en las oficinas de la Auditoría Superior de la Federación para responder por esos 5 mil 389 millones de pesos, que fueron desviados tan solo en el año 2014.
Este nuevo monto es diez veces los 500 millones de pesos en responsabilidades resarcitorias que la Auditoria Superior había fincado ya en contra de Abdala por irregularidades del año 2013.
Lo más seguro es que Antonio Tarek Abdala no se vuelva a presentar para reparar el daño multimillonario porque la Auditoria Superior no lo ha podido ubicar para notificarlo y lo tuvo que hacer por edictos.
Ahora se sabe que los desvíos de 2014, según la ASF, son de dos tipos: dinero que simplemente fue desviado del erario, y fondos federales que sí se usaron en gasto público, pero distintos de los que estaban destinados.
En el primer escenario, se ubican 891.6 millones de pesos del Fondo de Aportaciones Múltiples, 55.6 millones del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas, 252 millones del Fondo de Aportaciones para Seguridad Pública, y 701 millones de pesos del Fondo de Infraestructura Social.
"Se realizaron transferencias a otra cuenta sin acreditar que el destino dado a dichos recursos se encontrara dentro de los objetivos permitidos para su ejercicio, causándose un presunto daño a la Hacienda Pública Federal", es la acusación general de la ASF en lo que respecta a esos fondos.
También, destacan mil 471 millones de pesos que eran para el Seguro Popular, que no alcanzaron a ser transferidos a la Secretaría de Salud local en 2014, pero tampoco fueron reintegrados a la Tesorería de la Federación.
Otros mil 980 millones de pesos del Fondo para el Fortalecimiento se usaron para pagar salarios de maestros de Veracruz; es decir, para gasto corriente, lo que está expresamente prohibido.
En su declaración ante Fiscalía General de la República, rendida el 23 de mayo de 2018, Abdala reconoció que Duarte y su esposa, Karime Macías, usaban empresas fantasmas para desviar recursos.
"Sé que se usaban a las Secretarías de Seguridad Pública, de Agricultura y de Desarrollo Social para evitar que la responsabilidad recayera en la Secretaría de Finanzas y Planeación", dijo.
La mala noticia es que todos esos procedimientos resarcitorios de la ASF, tendrán pocos efectos prácticos para fines de recuperar el dinero, pues Abdala no tiene bienes ni para cubrir lo que se le reclama tan solo por el 2013.
Y todo parece indicar que a nivel estatal, los MORENOS habrán de aplicar la política de “perdón y olvido” porque hasta ahora no han movido un dedo para tratar de recuperar o al menos informar sobre el saqueo más grande en la historia de Veracruz.
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