Es tal la obcecación que ya el tema ha sido abordado por periodistas nacionales que se burlan de la insensatez del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien exige que ya entregue a los responsables de todos los delitos que ocurren en Veracruz, sin comprender que es la Policía Estatal la que incumple con los protocolos elementales dentro del nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial, provocando que estos tengan que ser dejados en libertad.
Los millones de pesos destinados en tiempos de Fidel Herrera y Javier Duarte para la capacitación y formación de policías, ministerios públicos al nuevo modelo son el tema de fondo, y su desaparición la causa de esta falla estructural.
Pero regresando a lo nacional, la conformación de la Guardia Nacional, la modificación al artículo 19 de la Constitución para incrementar el catálogo de delitos que merecen prisión oficiosa, así como la propuesta de imponer en la misma Carta Magna el tema de Comandante de las Fuerzas Armadas en el presidente de la República comienzan a despedir un hedor a fatalidad.
Y no digan que no se está advirtiendo del asunto a tiempo, cuando al rato con esta mayoría absoluta conseguida ya en la Cámara de Diputados, comiencen a menear, llegado el momento, el tema de la posible reelección presidencial.
Aun cuando el presidente López Obrador ha jurado que jamás y nunca pretendería enquistarse en el puesto, en la realidad, los analistas financieros y políticos verdaderamente sesudos, no comparten su optimismo.
Los ejemplos de personajes con las mismas características abundan en la misma historia, el asunto de su constante intensión por desacreditar a todas las instituciones del país, es la muestra evidente de esa necesidad de destruir todo, para entonces y solo entonces erigirse en el salvador de la patria.
Las extrañas intensiones de AMLO son y seguirán siendo el tema a evaluar, mientras el presidente sigue extasiado en las mieles del ejercicio pleno del pinche poder, en donde con su palabra basta para hundir a todo aquel que ose atravesarse en sus caprichos y deseos.
Sextante.
Trabajadores al servicio del Gobierno del Estado adscritos a la Secretaría de Gobierno que han pedido reservar sus datos por temor a represalias nos comentan que esta 4T no les está respetando el tema del horario laboral establecido en la Gaceta Oficial.
Aseguran que los están haciendo checar con entrada de 9 horas y supuesta salida de 18 horas, pero les aplican una hora extra bajo el concepto de “guardia” liberándoles de sus funciones después de las 19 horas.
Lo grave del asunto no es trabajar una hora extra, sino que si llegará a pasar un accidente en este momento seguramente no se harán cargo de las posibles consecuencias, algo no más no cuadra.
¡No que muy respetuosos de la Ley!
Al tiempo.
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