De que nos sirve saber que se dedicaron a hacer negocios multimillonarios en lugar de bien administrar los recursos.
De que nos sirve escuchar todos los días que el saqueo a PEMEX, CFE, SEDESOL, y cualquier otra dependencia, se realizaban contrataciones millonarias, cuyo único propósito era el hacer negocios y beneficiar a esos funcionarios.
Para decirlo en términos de la Cuarta Transformación, lo que el pueblo quiere es no solo que se mencione a los presidentes, sino a todos esos funcionarios que participaron en la corrupción, pero además que se les castigue ejemplarmente, para que entonces sí, no le queden ganas a nadie de volverlo a hacer.
La otra cuestión es -además del castigo a los corruptos- que se recuperen esos miles y miles de millones de pesos, que se sabe como los desaparecieron, pero no a donde quedaron.
Porque esa visión del problema de la corrupción -que efectivamente es el más grave- es como si alguien sorprende a un ratero llevándose todos los bienes de su casa, en lugar de detenerlo, se pone a gritar en la calle, me están robando, se llevaron esto y lo otro, pero de ahí no pasa.
Entonces, si no se va a detener a los corruptos y hacer que devuelvan lo robado, para que estar todos los días insistiendo en que ya se sabe como nos saquearon, pero no se hace nada para castigarlos y recuperar los miles de millones.
Nada más falta, que el presidente Andrés Manuel López Obrador ahora les pida a los expresidentes y funcionarios corruptos, que se disculpen públicamente como pretende que lo hagan ahora España y la iglesia católica por los abusos cometidos en la conquista en nuestro país.
Por lo pronto, el calificado como periódico Fifi, el diario Reforma, en su columna Templo Mayor de este martes, ya le está contestando al discurso de AMLO:
¡QUÉ CURIOSO es el Presidente! No se atreve a castigar a los corruptos del sexenio pasado, pero sí exige disculpas de España por lo que ocurrió hace 500 años.
BAJO esa lógica, Andrés Manuel López Obrador debería enviar cartas a Francia, para que pida perdón por la Guerra de los Pasteles; a Estados Unidos por las invasiones de 1847 y 1914; a Alemania por el hundimiento en 1942 de los barcos "Potrero del llano" y "Faja de oro"; a Holanda para que reconozca que no era penal; y ya encarrerados, a Panamá por la invención del reggaetón.
DEBE ser difícil para Marcelo Ebrard hacer malabarismo con la conciencia y la chamba, exigiéndole disculpas al rey Felipe al mismo tiempo que se le disculpan a Nicolás Maduro todos sus atropellos a la democracia venezolana.
HAY QUIENES dicen que con esto López Obrador busca más el impacto hacia adentro que hacia afuera. Es decir, seguir alimentando la polarización, inflamando la idea de los oprimidos contra los opresores, sin importar que el discurso no sea congruente con la actual relación entre dos países.
POR CIERTO, que si algo quedó claro con el disculpasgate es la gran influencia que ejerce Beatriz Gutiérrez Müller sobre su marido, con todo y que formalmente no tiene cargo en el gobierno. Da la casualidad de que su último libro es, precisamente, sobre la Conquista. Originalmente fue su tesis de maestría, pero al parecer se ha convertido en un best-seller pues la invitan a presentarlo a tooodas las ferias literarias.
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