Insisto: Parece broma pero es en serio: la remoción del Fiscal se ha vuelto un tema recurrente en el Poder Ejecutivo y en el Legislativo por el lado de la fracción mayoritaria, que uno no puede evitar recordar esa canción cuando se iba a dejar serenata:
“Yo estoy obsesionado contigo /
el mundo es testigo /
de mi frenesí /
por más que se oponga el destino /
serás para mí, ¡ay para mí…”
Uno, como ciudadano, es espectador de este pleito ranchero, de lavadero, corriente, en que el Gobierno del Estado ha convertido su obsesión por el Fiscal General del Estado, que igual podríamos citar al Divo de Linares, Raphael:
“Que nos importa, que nos importa /
Aquella gente que mira la tierra y no ve más que tierra /
Que nos importa, que nos importa /
Toda esa gente que viene y que va por el mundo sin ver /
¡La realidad!”
Sí, porque la realidad cotidiana de cada veracruzano es tan lejana a esa enfermiza prioridad que el Gobierno estatal le ha dado a sus cinco meses de administración, muy por encima de la promoción de inversión, que significa desarrollo y empleos bien pagados… El Estado prefiere buscar un Culpable de todos sus males… como El Puma:
“Culpable soy yo /
por haberte tenido olvidada /
por dejar que muriera el amor /
por haberte negado mi mano /
culpable soy yo (bis)”
Lo cierto es que tanto Cuitláhuac, Eric Cisneros y ahora, hasta Hugo Gutiérrez, ya están aburriendo con la misma canción que llevan desde hace cinco meses y nomás no pega en el Hit Parade… ¡vamos! es tan parecido a como meterles “a huevo” a sus empleados las rolas de la señora Gutiérrez Müller como en su momento lo hizo el presidente López… el otro López, Portillo, con su hija Paulina, aunque a fuerza de ser sinceros, en esas épocas, bastaba con que el Presidente ordenara a las radiodifusoras poner todo el día la canción de su hija para que se convirtiera en el “Hit del momento”... la canción se llamaba “Desilusión”, exactamente como se ve, al menos en estos cinco meses, el Gobierno de Cuic:
“Cuántas veces creí en tus palabras /
cuántas veces disculpé tu error /
Creyendo que eras un hombre…”
Por eso, como lo dije en un principio, parece broma, pero es en serio: cinco meses y un solo plan parece que tiene cada día, cada tarde, cada noche, este gobierno:
–¿Qué vamos a hacer esta noche, Cerebro?
–Lo mismo que hacemos todas las noches, Pinky… ¡tratar de sacar a Winckler!
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