La Fiscalía General del Estado de Veracruz, mantiene la terrible costumbre de ocultar el tamaño de la delincuencia en el estado, de decirnos que son menos los delitos que los que en realidad ocurren.
La desfachatez en la Fiscalía es de tal tamaño que incluso “desapareció” la Masacre de Minatitlán, cuando el 19 de abril fueron asesinadas 14 personas.
Pero además la Fiscalía es tan deficiente, que sólo judicializa o lleva a proceso el 0.65% de las investigaciones que inicia.
Esto es una muestra de que al actual Fiscal de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, no le interesa la procuración de justicia en el estado; no le preocupa el detener y llevar a proceso a los culpables de la violencia y la criminalidad en Veracruz, ni cosa por el estilo.
A Jorge Winckler sólo le importa mantenerse en el cargo para cuidar los intereses del anterior gobernador, Miguel Ángel Yunes.
Su ineficacia –definitivamente- es aliciente para la impunidad criminal en el estado.
PRIMERO, EL SUBREGISTRO. La organización México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas, presentó el 10 de agosto de 2018 su documento “Hallazgos 2017: Seguimiento y evaluación de la operación del sistema de justicia penal en México”, donde hace una evaluación del sistema de justicia penal en el país hasta finales de ese año.
Ahí se evidencia que la Fiscalía de Veracruz hizo un subregistro de las carpetas de investigación que inició durante ese año (es decir, que reportó menos de las que en realidad inició), para que los estándares de medición de su eficacia no fueran tan altos.
En la página 19 del documento, en una gráfica elaborada de las carpetas de investigación iniciadas por todas las fiscalías del país, se anota que la de Veracruz reportó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) sólo 49,205 carpetas de investigación iniciadas durante 2017.
Sin embargo, ante una solicitud de acceso a la información, dijo que fueron 69,020 las que comenzó.
La incidencia delictiva que maneja el SESNSP se basa en el número de carpetas de investigación que reporta cada Fiscalía.
2017 fue el primer año del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares. Entonces la Fiscalía al reportar menos carpetas de investigación de las iniciadas, obviamente lo hizo para que la incidencia delictiva en Veracruz pareciese menor a lo que realmente ocurría y que el entonces gobernador de Veracruz pudiese decir que los delitos se estaban reduciendo en el estado a partir de su llegada.
Pero no fue así, si no que hubo un burdo ocultamiento de datos por parte del titular de la Fiscalía, Jorge Wincler Ortiz.
Fueron 19,815 carpetas de investigación las que no reportó.
Fue un subregistro de 49.27%.
Pero el número de delitos cometidos en el estado de Veracruz fueron más, muchos más.
México Evalúa considera que el 90% de los delitos en el país no se denuncian.
Pero en Veracruz además se tiene la práctica de desincentivar la denuncia penal, precisamente para no elevar más los números y que los índices de eficacia de la Fiscalía sea todavía mas bajos de los que tiene.
FISCALÍA “DESAPARECIÓ” LA MASACRE DE MINATITLÁN. La Fiscalía podría alegar errores o que esa práctica del subregistro ya se terminó, pero no es así.
Hay un elemento sustancial que demuestra que se mantiene y que se aplica en casos tan graves como los asesinatos violentos.
El SESNSP cada mes emite el reporte de “Incidencia delictiva” que recibe de la fiscalías de los estados.
La última, correspondiente al mes de abril de éste 2019, anota que hubo 112 homicidios dolosos en Veracruz, de los cuales 73 fueron con arma de fuego.
En esa estadística macabra deberían de estar las 14 personas asesinadas en la Masacre de Minatitlán del 19 de abril.
Pero en el reporte por municipio, por tipo de delito, según la Fiscalía, sólo hubo 5 personas muertas por arma de fuego en ese mes.
¡Sólo 5!.
Sí únicamente se contabilizase la masacre, estarían faltando 9 víctimas en ese mes, en ese municipio.
Pero hubo más homicidios, varios más en Minatitlán, como el del dueño de un motel y su sobrino; o el hombre asesinado en un autolavado.
Fue un paseo de la muerte segando vidas con balas.
Por eso se creó el ambiente propicio para que el reclamo de seguridad de los minatitlecos culminase en el envío de un grupo de la Guardia Nacional a ese municipio del sur del estado.
Así pues, el subregistro continúa en la Fiscalía, incluso en casos tan graves como las muertes violentas de personas.
¿De qué tamaño será el subregistro en estos momentos?.
Sólo Jorge Winckler lo puede decir.
NI EL 1% DE LAS INVESTIGACIONES SE JUDICIALIZAN. Pero además, con todo y subregistro, la eficacia de la Fiscalía de Veracruz es bastante, pero bastante deplorable.
“Hallazgos 2017” apunta que sólo se judicializaron el 0.65% de las investigaciones iniciadas por la Fiscalía.
Ni siquiera el 1% de los casos que investigan.
¿Qué es la judicialización?.
Es cuando el Ministerio Público considera que cuenta con suficientes elementos para comprobar la existencia del hecho que la ley señala como delito y la probable participación del imputado en su comisión, por lo que solicita audiencia para la formular imputación y solicitar la vinculación a proceso.
Dentro del total de casos delictivos que se realizan en Veracruz, es probable que los casos que investiga la Fiscalía sean todavía menos, porcentualmente, porque en muchos de los hechos delictivos, aún cuando se tiene identificado a un presunto responsable, no se solicita orden de aprehensión o ni siquiera se inicia la investigación, tal como lo han denunciado más de una vez hasta el mismo Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Es probable que hoy, el porcentaje de judicialización sea muy similar, porque la Fiscalía no permite la menor intromisión para revisar sus números y poder verificar su eficacia.
Pero ni siquiera este porcentaje es el resultado final de eficacia de la Fiscalía, si no que sólo el 25% de las causas penales iniciadas se hacen con detenido.
El otro 75% de los casos que se inician, empiezan sin que el presunto culpable éste detenido.
La Fiscalía de Veracruz también entorpece el proceso judicial, porque aún cuando ya deberían de haber implementado el llamado “número único de caso” aún no lo hace.
El “número único de caso”, de acuerdo con México Evalúa, permite conocer -entre otros- toda la documentación generada y/o asociada con el mismo, el historial de las actuaciones o actos procesales que han tomado lugar, los operadores que se han involucrado con él y la información relativa al estado en que se encuentra y su seguimiento.
Es más, tan no se usa, que hay agentes del ministerio público que ni siquiera saben que es eso.
Por todo esto y más, es que los terrenales y hasta los grandes místicos del estado, no creen que el trabajo de Jorge Winckler sea el mejor y en cambio si hay coincidencia plena de la incapacidad para cumplir aunque sea medianamente las labores que le corresponden a la Fiscalía. |