SUMADO A LOS graves acontecimientos de inseguridad que ha registrado en estos tiempos, la otrora tranquila ciudad capital del Estado, llamada también ciudad de las flores, tanto por el encanto de sus mujeres como por la belleza que muestra la naturaleza que le rodea, ahora también tiene que soportar el caos vehicular generado por un grupo de taxistas que operan en la central de autobuses Caxa, la más importante de la región por el transporte de pasajeros a la ciudad de México, y a todas las zonas de Estado.

Resulta que desde buena hora, aproximadamente, las once de la mañana de este martes, los manifestantes se apostaron en las entradas principales de esta importante terminal de autobuses, reclamando a los directivos de la propia camionera, que no les garantizan la exclusividad que tienen para estar dentro de la terminal bajo la consideración de tratarse de una organización controlada, no se sabe por quien, pero así lo han manifestado, ya que ofrecen, supuestamente, mayor seguridad para el traslado de personas desde esta central hasta el destino de las mismas.

Dos, son los problemas mayores que los taxistas demandan solución. La primera es la complacencia de taxis, muchos de ellos sin concesión y que trabajan bajo la modalidad de piratas, pero que son, muchas veces, solapados por los mismos administradores de la central camionera, porque de alguna manera, también, les reditúa recursos económicos, negocios que se hacen bajo el agua, aún a costa de los miles de problemas que causan a los usuarios de la terminal, pues en los últimos tiempos, todas estas organizaciones de taxistas se han apoderado de todos los espacios y no permiten que haya fluidez vehicular en esta zona.

Pero, además, son personas con cierto grado de agresividad, que lo mismo muestran ante las damas que ante los hombres, por cualquier cosa que no les parezca, porque se sienten los dueños  y amos de estos espacios y hasta de la misma terminal, por lo que no tienen respeto alguno para los mismos controladores o encargados de la vialidad que la misma empresa CAXA, ha puesto para permitir el movimiento de pasajeros, independientemente de las tarifas que los mismos administradores han puesto a los propios usuarios en el estacionamiento que debiera ser gratuito para quien demuestre que hace uso del mismo por razones de viaje o cualquier otra actividad relacionada con esta empresa, debido a que es obligación de la misma tener espacios para sus clientes, siempre y cuando demuestren que lo son a través de los mismos boletos o de cualquier otro documento que se considere como prueba fehaciente. Sin embargo, ya se hizo costumbre cometer estos excesos que se han vuelto intereses económicos para los mismos empresarios o bien para los empleados que tienen a su servicio.

La segunda versión del conflicto de este martes que puso a la ciudad de cabeza, es que estos mismos administradores de la central camionera han aumentado la tarifa que les imponen a los taxistas controlados por trabajar dentro de la terminal, lo que se dice, es otro de las negocios que se han estado detectando y que provienen, necesariamente, de quienes están abusando de taxistas como de usuarios en general, quizá con la complacencia de los propios empresarios o bien por desconocimiento de estas actividades que a leguas se ve son irregulares. En este caso, son las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal, quien tiene que regular esta situación que se ha venido presentando en esta  empresa, donde los afectados directos son los propios usuarios que no tienen la culpa y que debieran ser los primeros en atender, puesto que de ellos viven, tanto los empresarios como los taxistas y que sin ninguna consideración o muestra de amabilidad, dejaron que todo mundo tuviera que cargar sus maletas desde la avenida veinte de noviembre, donde damas y personas de la tercera edad se vieron afectadas.

Este es un panorama delicado para la ciudad de Xalapa, donde estos actos son considerados, primero, como delitos cometidos en contra de las vías de comunicación, impidiendo el paso de particulares a estas instalaciones que bien han pagado sus derechos de uso, y luego porque violan, de alguna manera, los derechos humanos que tienen todos los usuarios de esta central camionera.

Se espera que las autoridades relacionadas con la justicia federal, comenzando por la Fiscalía General de la República, cumplan con sus obligaciones y detengan, de inmediato a estas personas para fincarles la responsabilidad que les resulte.

Y aunque el daño ya está hecho, porque se generaron pérdidas para la empresa, pérdidas en la actividad económica de los diversos sectores de la ciudad, así como las incomodidades que sufrieron los usuarios de CAXA, tienen que implementarse las acciones correspondientes para evitar en el futuro que vuelvan a cometerse estos actos imprudentes e ilegales en contra de los habitantes de esta ciudad capital del Estado de Veracruz.

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POR CIERTO QUE ninguna autoridad municipal o estatal, estuvo presente en estos lugares del conflicto, donde pudieron ayudar a controlar el problema vial, pues dejaron que cada quien se las arreglara como pudiera, ya que a buena hora, aproximadamente entre las once y doce del día, se retiraron sin preocuparse por atender las solicitudes de las personas que demandaban atención para salir del caos vial.

Sigue siendo un verdadero problema que no haya estrategias para regular el tráfico vehicular, pues cada vez que se presenta una crisis de esta naturaleza, nadie mueve un dedo para poner orden, que lo mismo sucede en estos casos como en otros derivados de accidentes y otras actividades como las criticadas recientemente en la avenida Murillo Vidal, donde campechanamente se pusieron a reparar los topes, sin medir las consecuencias de los accidentes, pues no hubo señalización alguna, más cuando los trabajos se realizaban a la salida de una curva. Lo importante del caso, es que para los congestionamientos no han salidas previstas que pudieran utilizarse.

Esto ha sucedido siempre, es decir, desde tiempos remotos, porque a Xalapa, nunca se le ha tenido consideración alguna por parte de las autoridades municipales, cuando menos en estos casos, que son, indudablemente muy comunes que se presenten.

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FUE UNA BUENA IDEA  del Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, Edel Álvarez Peña, haber dispuesto de un convivio este martes para los representantes de los medios de comunicación, ahora que nadie se acordó de ellos el pasado siete de este mes, cuando se celebró la libertad de expresión.

Como se sabe, ya van, por lo menos tres años que los comunicadores, que siempre están pendientes de lo que sucede en la capital y el Estado, para mantener debidamente informada a la sociedad, no son merecedores ni siquiera de un saludo o reconocimiento a su labor, aún cuando la mayoría de políticos, por no decir todos, son los primeros que necesitan de los medios de comunicación para difundir sus tareas.

El convivio ofrecido por el titular del Poder Judicial del Estado, fue agradecido por todos los presentes, ya que fue una muestra de que siempre hay alguien que se acuerda de todos estos trabajadores que luchan por informar diariamente, sin tener sueldo alguno y ninguna prestación que les garantice estabilidad en sus hogares, tanto de manera personal como para los que dependen permanentemente de ellos.

El pastel estuvo rico, dijeron algunos, pero más saborearon el reconocimiento de que fueron objeto.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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