Ahora, para cubrir todos sus falsarios, sus funcionarios en la Contraloría inventan un acta para declarar “restringida” la investigación sobre el parentesco entre el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez y Eleazar Guerrero Pérez, el subsecretario de Finanzas del gobierno del estado.
Esa es la forma en que la Contraloría responde a una petición de acceso a la información para conocer la investigación sobre el parentesco entre ambos funcionarios.
Situaciones como esta, el mal manejo político de crisis que hacen los funcionarios públicos estatales, es lo que lleva a que una y otra vez el Gobernador Cuitláhuac García sea cuestionado y que se ponga en duda su honestidad.
Leslie Mónica es el caso emblemático en éste momento de una crisis política mal gestionada.
Y es ella quien toma la palabra para soltar no verdades, una y otra vez.
Pero también manda a sus subalternos a que lo hagan por ella, como la restricción para hacer pública una investigación, que incluso –es posible- no existe.
Con esa condición de mentir, con esa compulsión por ocultar la verdad, ¿qué calidad moral tiene para ejercer el cargo que ocupa de Contralora del Estado?.
Sólo se mantiene en el puesto porque es cercana a Rocío Nahle, la Secretaría de Energía del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Es tan cercana que algunos hasta le atribuyen una proximidad de parentesco.
Esa fue su principal cualidad para llegar a ser titular de la Contraloría.
Esa es su gran condición por la que se mantiene en el puesto.
Leslie Garibo, fue representante de Morena ante el Organismo Público Local Electoral durante las elecciones de 2018 y sus mismos compañeros mencionan que la mala defensa que hizo del triunfo de su partido en Emiliano Zapata llevó a que los comicios se tuvieran que repetir ahí.
Pero nada pasó.
Porque eso no importa, porque tiene quien la proteja.
LESLIE GARIBO, MINTIÓ AL DECIR QUE YA ESTABA TERMINADA LA INVESTIGACIÓN. Y ahora quiere quedar bien con el Gobernador Cuitláhuac García y miente nuevamente.
El 7 de junio el Gobernador Cuitláhuac García informó que había instruido a la Contralora que investigase “algún hecho de nepotismo” en su administración.
El 18 de junio fue el día de una de más grandes mentiras de Garibo Puga. Dijo que la investigación sobre el parentesco entre Eleazar Guerrero y el Gobernador Cuitláhuac García, había concluido y que no había parentesco alguno.
Eso lo aseguró en un acto de la Secretaría del Trabajo, local.
Lo hizo con sonrisa en la boca, con cara de satisfacción por el deber cumplido.
Ahí afirmó: “No hay parentesco alguno entre el gobernador y el subsecretario de la Sefiplan y así se le informará al gobernador y al presidente de la República; el funcionario no está vinculado familiarmente con el gobernador y, pues, la amistad es otra cosa”.
El 24 de junio se filtraron las actas de nacimiento y de defunción que mostraban el vínculo entre Eleazar Guerrero y Cuitláhuac García.
La “crisis de las actas” explotó.
La Contraloría tardó tres días en reaccionar, dejando crecer el conflicto que Leslie Garibo no pudo contener desde un principio.
Fueron tres días sin que nadie reaccionase ante la “crisis de las actas”.
Éste sí fue un error muy grave.
Y Leslie Garibo mintió de nuevo.
Dijo que la Contraloría iba a realizar una “nueva indagatoria”.
Y sí, tenía que ser una “nueva indagatoria”, porque la anterior –si es que existió- que determinaba la no existencia del parentesco, se vino abajo al mostrarse las actas.
Ah, esa “crisis de las actas”, que no debió ocurrir, si alguien hubiese llevado bien el caso.
Por cierto, ¿quién era el encargado de que todo caminase de forma adecuada o se dejó el caso al garete, para que cada quien actuase conforme a las ocurrencias que tuviese?.
Alguien debería de pagar por toda ésta cadena de errores.
Ese 27 de junio, con todo lo tardío que esto representaba, Leslie Mónica dijo que analizarían los documentos y que “a mediano plazo” los veracruzanos tendrían respuesta sobre el tema.
El mediano plazo ya transcurrió.
Y la respuesta ya está: La Contraloría no quiere manifestarse.
Leslie Mónica volvió a mentir, porque la “no respuesta” no es respuesta, si no que es precisamente eso, una negativa a contestar.
El 8 de junio -según el oficio de respuesta a la petición de acceso a la información- el Órgano Interno de Control de la Contraloría, dicto acuerdo mediante el cual “reapertura” la investigación sobre el parentesco entre Cuitláhuac García y Eleazar Guerrero Pérez.
Si eso dice la Contraloría, significa que ya antes la habían abierto y cerrado.
O sea que esa investigación la abren y cierran como puerta de edificio público.
El 27 de junio, ante varias solicitudes de información recibidas sobre el particular, la ing. Mercedes Santoyo Domínguez, Directora General de Fiscalización Interna, pide a Juan Castañeda Escobedo, titular de la Unidad de Transparencia, que se clasifique como reservada la información sobre el particular, porque “forma parte de un expediente de investigación, por lo tanto, hasta que no se haya dictado un acuerdo de conclusión y archivo del expediente Y/o una resolución administrativa, podría obstruir el procedimiento o el debido proceso, si se divulga dicha información”.
En el afán de cubrir las mentiras de la titular, sus subalternos demuestran su compulsión por la mitomanía.
Ellos están demostrando que el 18 de junio cuando dijo que la investigación estaba terminada, era una mentira.
Pero además en esa fecha no estaba abierto ningún expediente sobre el caso de Eleazar Guerrero y Cuitláhuac García. Un oficio de la Contraloría del 13 de junio en respuesta a una solicitud de acceso a la información hecha por Eirinet Gómez, sobre investigaciones de casos de nepotismo apuntaba 10 investigaciones iniciadas, pero ninguna en la Sefiplan y menos en la Oficina del Gobernador.
Otra prueba más de cómo Leslie Garibo miente.
Ahora, ante ese cúmulo de contradicciones, pretenden reservar la información de manera “permanente”, hasta en tanto no haya un acuerdo de la conclusión y archivo y/o resolución administrativa”.
¿Y para cuando estará ese acuerdo de conclusión?. No lo dicen. Lo dejan abierto para que el caso pueda seguir ad infinitum, hasta que sea eliminado de la memoria de cualquiera que haya conocido del caso.
Y cuando ya a a nadie le interese el asunto, pues, ¿para qué reabrirlo?.
El acta la firman el mismo Juan Castañeda, quien se firma como L.C. , pero no tiene titulo profesional alguno. Su único antecedente es haber sido el representante de Morena ante el Consejo Distrital de Morena en Emiliano Zapata durante la elección pasada, donde su trabajo fue además bastante deficiente.
También lo hace Jorge Alberto León Tablada, jefe del Departamento de Tecnologías de la Información, quien llegó al cargo sin experiencia ninguna en la administración pública
Y Mercedes Santoyo Domínguez, quien abandonó el puesto de Consejera del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción (CPC del SEA) para ocupar su actual cargo en la Contraloría.
Así, en esas condiciones de ineficacia y mentiras compulsivas, ¿la Contraloría alguna vez emitirá un dictamen sobre el caso?.
A los místicos les preocupa y a los terrenales nos interesa conocer el resultado.
¿De verdad no hay nadie en el gobierno del estado capaz de hacer una buena gestión de crisis?.
Bueno, ¿Entre los militantes y simpatizantes de Morena en Veracruz no existe alguien así?.
Ya de plano, ¿en el gobierno federal no hay alguien que pueda hacer que las cosas en Veracruz se hagan bien?.
Sería por el bien del Gobernador Cuitláhuac García, del gobierno del estado, pero sobre todo, de los que vivimos en el estado.
Es un clamor general: Alguien que pueda hacer que las cosas marchen bien, por favor.
MERCEDES, DIGNA DE LESLIE. Mercedes Santoyo –como anotación al margen- fue impulsada al CPC del SEA por el grupo de Miguel Ángel Yunes.
¿Cómo dio el brinco a Morena?. Sería interesante conocer su versión.
Por mientras en el SEA le atribuyen que dejó a varias personas “recomendadas”, en esa institución, entre ellas a Marisol de la Merced, como secretaria ejecutiva interina, quien hizo el despido de 28 personas para dejar entre los empleados a los leales de Mercedes Santoyo y no pudo llevar una administración adecuada, tanto que se deben seis meses de renta del edificio donde está el organismo.
de la Secretaría Ejecutiva del SE |