“The shit hits the fan”. (La mierda llega al ventilador).
Es una expresión muy común en Estados Unidos, pero que cada vez es más utilizada en México, en casos similares al que se está viviendo actualmente con Javier Duarte.
Uno de los primeros en ser “salpicado” fue el actual coordinador de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, quien calificó al exgobernador de Veracruz como un “corrupto desesperado”.
El tema en el que Javier Duarte ha centrado sus mensajes, es en el acuerdo que habría tenido con autoridades del gobierno federal, en el 2017, para entregarse a cambio de que retiraran los cargos en contra de sus familiares. El exgobernador veracruzano señaló como responsable de esas negociaciones (en las que, dice, participaron PGR, Cisen y Gobernación) señala directamente a Osorio Chong.
“No tuve contacto con él, ni (con) sus abogados ni (con) su familia. Lo niego, conmigo no lo hizo”, asegura el exsecretario de Gobernación.
Los siguientes son otros dos fragmentos de la prolongada charla (sin que se requiriera “meterle” otra tarjeta al celular) sostenida el viernes 12 de julio con Javier Duarte:
- Era la mañana 5 de junio del 2016, el día de las elecciones. Mi secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, me llamó para informarme que sus elementos habían detenido en Coatzacoalcos, en un retén preventivo, una camioneta que había sido señalada por estar comprando votos. Cuando los policías intentaron revisar la unidad, de ella descendió el entonces senador panista Fernando Yunes Márquez, con un teléfono celular en las manos y transmitiendo en vivo lo que en esos momentos sucedía. A los pocos minutos me llamó Miguel Ángel Osorio y me dijo: “No la chingues Javier, suelta a Fernando, es un senador, tiene fuero, no compliques las cosas”. Le respondí que así lo haría; al secretario de Seguridad Pública le dije que el senador podía continuar su camino sin problema, sólo que permitiera a los policías estatales revisar el vehículo. Por supuesto, el hijo de Miguel Ángel Yunes se opuso, sabía lo que ahí ocultaba. Poco después del medio día hicieron acto de presencia elementos de la Policía Federal –enviados por Osorio- quienes se encargaron de escoltar al senador y a su vehículo, impidiendo en todo momento que nuestra policía lo revisara. Todos sabíamos que llevaba maletas repletas de billetes, que servirían para la compra de votos.
Javier Duarte sugiere que el actual senador Miguel Ángel Osorio Chong, quien fuera secretario Gobernación y coordinador del Gabinete de Seguridad en el gobierno de Enrique Peña Nieto, pudiera estar sufriendo de Alzaheimer, pues sólo así se explicaría –dijo- que niegue su cercanía con Miguel Ángel Yunes Linares: (“Quiero decir que la relación, entonces, con Miguel Ángel Yunes, era bastante mala, porque él, incluso, quería que se forzara la salida de Duarte y yo le decía que no podíamos hacer un acto al margen de la Ley”, declaró ante el periodista Ciro Gómez Leyva).
- Un ejemplo más de que esa cercanía era real y estaba basada en la complicidad. En el gobierno de Felipe Calderón, Miguel Ángel Yunes Linares fue dotado de un comando fuertemente armado, todos elementos de la Policía Federal, que tenían como encomienda la protección del propio Yunes Linares y de su familia. Una vez que se dio el cambio de gobierno y llegó Enrique Peña Nieto al poder, cuando todos suponíamos que ese privilegio le sería retirado, con sorpresa nos enteramos que fue todo lo contrario: No sólo no le retiraron la protección de la Policía Federal, sino que se la aumentaron. Por supuesto, por órdenes del coordinador del gabinete de seguridad, Miguel Ángel Osorio.
Con ese afán de desmarcarse de los señalamientos de Javier Duarte, Miguel Ángel Osorio Chong está lanzando las heces a otros.
Hoy debe dar la cara el doctor Raúl Cervantes Andrade, quien fungía como procurador general de la República al momento de que fuera capturado Javier Duarte.
También tendrá que dar su versión Alberto Elías Beltrán, a quien Javier Duarte acusa de haberlo extorsionado en el 2018, amenazándolo con afectar a su familia. Antes de quedar a cargo del despacho de la PGR, Elías Beltrán fue director de asuntos normativos de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda; de ahí pasó a la Subprocuraduría de Asuntos Jurídicos Internacionales de la PGR. Él también debio haber participado en el montaje de la captura de Duarte.
Y se tiene que abrir el archivo del Cisen, que también participó en el acuerdo.
Y tiene que salir el periodista Carlos Loret de Mola a aclarar la controversia. Javier Duarte afirma que su entrevista en el noticiero de Televisa (para anunciar que pediría licencia al cargo de gobernador) fue pactada por Osorio Chong, mientras que el exsecretario de Gobernación asegura que fue el propio Duarte quien buscó el espacio.
Muchos de los salpicados no podrán quitarse la mancha.
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Epílogo.
Es muy delicado, y sería lamentable, que las notorias diferencias entre el gobierno estatal y el organismo autónomo encargado de procurar justicia, den como resultado la liberación de un delincuente de alta peligrosidad. *** Ese parece ser el caso de Jesús Tomás Alvarado Chávez, conocido por el alias de “El Lagarto”, quien inicialmente fue señalado como presunto responsable del ataque a un salón social en Minatitlán, que dejó como saldo la muerte de 13 personas. Hoy se sabe que no se han encontrado elementos para vincularlo a ese proceso y un juez podría ponerlo en libertad.
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