Atropella asimismo a su inventor, Javier Duarte redescubriéndole tremendos fraudes que nunca vio cuando “el patrón” era el gobernador.
¿Pero, de dónde salen las millonarias sumas que invierte este amigo para reelegirse?
Fácil.
Lorenzo Antonio Portilla Vázquez en siete años de gestión –hoy pretende otros siete más- descubrió que su más importante fuente de ingresos estaba en la extorsión a los alcaldes.
Prácticamente desde su arribo como responsable de ORFIS, instituyó el diezmo a cambio de impunidad.
El mecanismo de la extorsión era simple.
Hacía público ante los medios de comunicación que el organismo que encabezaba estaba a días de presentar denuncias por presuntos desvíos millonarios de recursos en contra determinado número de ayuntamientos para poner a temblar a los ediles.
“Ablanda y negocia”, siempre fue el dicho de este Lorenzo que ni lo es tanto.
Ya en corto, a través de un staff de su confianza se “orientaría” a los alcaldes para que contrataran despachos que ellos mismos les “recomendaban”, para luego mandar al “hombre de la maleta” de la institución a negociar el billetazo “por fuera” para la posterior aprobación de sus respectivas cuentas públicas.
Desde luego que el apriete no solo era para el alcalde, incluía además al síndico, al regidor de la comisión, al Tesorero, al director de obras y al Contralor.
La alcancía era tan grande que sirvió para apoyar la millonaria campaña electoral de Javier Duarte –seis mil millones de pesos- y la de Miguel Angel Yunes hijo, en donde a los ayuntamientos panistas prácticamente se les dio un cheque en blanco para usar recursos para pagar obras inconclusas o pendientes del pasado.
ORFIS se apoyaría en el Congreso local para que hicieran uso del dinero del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) para pagar adeudos del 2016 cuando corría 2017.
Así, se cumplía con el PAN, se quedaba bien con el gobierno de Yunes al quedar los municipios priistas amarrados al criterio de ORFIS a los que literalmente obligaban a apoyar la causa del hijo del gobernador.
Las cosas, sin embargo, de la noche a la mañana cambiaron.
Con la consigna de “con el campeón hasta que pierda” y en extraordinaria maroma, Lorenzo Portilla decide jugarsela a morir con Cuitláhuac García.
Lorenzo, invento de Fidel Herrera, protegido de Javier Duarte y “Delfín” de Iván López Fernández, siempre guardaría sumisión a sus patrones… hasta que terminaba su mandato.
Así fue con Fidel y con Javier.
Así fue cuando, una vez de rodillas ante Miguel Angel Yunes Linares, fue el primero que habló de los 10 mil millones que se llevó Fidel Herrera, así como el desfalco de Javier Duarte por 34 mil millones de pesos.
Así fue como se creó el Cartel de ORFIS.
El error –hoy corregido- fue que nunca pensaron que ganaría Cuitláhuac García y que el drenaje del excremento les podría regresar, de ahí que Lorenzo decide convertirse en moreno utilizando la fórmula infalible de “Muera el rey, viva el rey”.
A escasos dos meses de decidirse quien será el nuevo titular del ORFIS. Lorenzo Portilla promete, invierte y se suma a la Cuarta Transformación y se le va a la yugular a Yunes interponiendo una denuncia “por irregularidades” en la Cuenta Pública 2017.
Adelanta además la presentación de nueve denuncias más sobre desvíos en el primer año de Yunes Linares, por 37 millones 200 mil pesos que involucran a Tecnológicos y entidades del Poder Ejecutivo para finalmente asegurar que los desfalcos podrían alcanzar los 67 mil millones de pesos.
Increíble.
Portilla quien con gran ligereza habla de miles de millones olvida las transas propias como la que en su momento denunció el columnista Armando Ortiz, en “Libertad Bajo Palabra”, a donde llegaron documentos que acreditaban que el auditor recibió de parte de la SEFIPLAN 20 millones de pesos en cuatro ministraciones -2012, 2013 y 2014- para encubrir al gobierno de Javier Duarte…”.
Y para el señalado carecen de importancia los negocios de la sobrina Grecia Cristin Caballero Ramírez al amparo de Orfis en donde por cierto Lorenzo Portilla tiene colocados a otros dos sobrinos, uno de ellos apellido Palacios, llamado el “hombre de la maleta”, que es quien recolecta el dinero y es primo de Ana Elena Portilla Palacios, hija del auditor.
De acuerdo con la documentada denuncia de Armando Ortiz “El Lic. Palacios, de la oficina particular de Lorenzo Portilla, es quien instruye a Grecia Cristin Caballero para que acuda a recoger los sobornos para el auditor”.
Todo ello es tan solo la punta del iceberg que esconde ORFIS, institución responsable de auditar el dinero público, una institución que nunca ha sido auditada.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo
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