Ejercer el periodismo en territorio mexicano se ha vuelto hoy en día, sumamente peligroso, los organismos internacionales que se encargan de atender y dar los diagnósticos de los países más inseguros para desarrollar esta profesión así lo indican, nadie esta exento de que en algún momento pongan fin a tu vida o como mínimo te amenacen por hablar de más.
Muchos compañeros han sido perseguidos, amenazados, silenciados, y otros tantos más han tenido que salir del país, buscando refugio para no ser asesinados, el asunto es que gobiernos van gobiernos vienen y las circunstancias no cambian en nada, al contrario parecen agravarse. Se ha vuelto común perseguir, amenazar y dar muerte a quienes ejercen el ejercicio libre del periodismo, de comunicar, de escribir lo que piensan y hacerlo público.
Y es aquí donde surgen varias preguntas ¿Y las garantías de protección y seguridad que debe de brindar el Estado mexicano para los compañeros periodistas? ¿Dónde quedan?, ¿Y los mecanismos de seguridad que ofrecen los organismos de protección a periodistas? ¿Están ayudando en algo o ya fueron rebasados?, ¿Sirven de algo o tendrían que reforzarse de otras formas?
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Las herramientas que hoy se ofertan para la protección de quien ejerce esta profesión, deberían de ser estrictamente analizadas, repensadas objetivamente, puestas bajo la lupa de la eficacia, eficiencia y efectividad, sacar un diagnostico serio, realizar las correcciones y depuraciones que se necesitan para su mejor funcionamiento e incentivar mejores y más productivos programas que vayan encaminados no solo a la disminución de muertes de periodistas en todo el país, sino a bajar a cero esa estadística.
Si, sé que suena a solo buenos deseos, sin embargo es la exigencia que hoy en día se vive, y que desde dentro del gremio, a través de los organismos no gubernamentales, desde nuestras columnas, desde la radio, medios impresos, redes sociales, tenemos que exigirles a nuestros gobernantes que se pongan a trabajar, que dejen de simular, de lanzar mensajes de solidaridad que en nada ayudan, que nada solucionan, solo demuestran que tan grande es su demagogia, su ineficacia e ineficiencia para combatir este grave problema.
En Veracruz tiene mucho tiempo que el ejercer el periodismo se ha vuelto un verdadero peligro, desde el “Pórtense bien” del innombrable Javier Duarte, pasando por los vínculos delincuenciales que pretendían tuvieran los compañeros asesinados en la era de Miguel Ángel Yunes para desacreditarlos lo cual me parece aún más ruin, hasta lo que pasa en el actual gobierno de Veracruz que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, en donde su Secretario de Gobierno ha lanzado amenazas en abierto a la prensa como aquella que profirió justo a unas semanas de celebrarse la libertad de expresión al decir: “Hay compañeros que defienden lo indefendible, pero con este tema se sabrá quienes realmente están del lado de la justicia y de la procuración para todos los veracruzanos”, vaya en pocas palabras o estás conmigo o contra mí, lo cual es muy grave. Lo peor es que el Gobernador se ha portado indolente ante estos hechos, permisible, tal pareciera que no le preocupa este asunto.
No podemos seguir permitiendo que el número de víctimas se siga incrementando, nadie en su sano juicio estaría queriendo que eso pasara, sin embargo, sabemos que muchas veces desde el aparato de gobierno se tejen estas amenazas y ejecuciones, otras tantas son producto del crimen organizado y otras tantas más por diversas circunstancias que tiene que ver con el trabajo que se desarrolla. Lo cierto es que siguen sucediendo estos acontecimientos en toda la República Mexicana, ya no podemos permitir más muertes, la sociedad está cansada de todo esto, y el miedo se ha apoderado de la mayoría de los ciudadanos, o cambiamos las cosas o todo el esfuerzo realizado para detener esta ola de violencia se ira la carajo. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com |