Sin embargo, y a pesar de los millonarios recursos destinados a cierta prensa para lograr su objetivo, el Congreso del estado se ha manifestado decidido a no apoyarlo más y cerrarle el círculo a quien consideran “que no cumplió con su tarea de denunciar en tiempo y forma la escalada de raterías de los dos últimos gobiernos”.
Juan Javier Gómez Cazarín ratifica su postura.
Para el diputado y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado, “no es correcta la reelección de Lorenzo Antonio Portilla por lo que tiene que llegar otra persona. Eso sería lo saludable”.
Puntualiza además que no tienen ni aceptan línea en torno a la presunta reelección de Portilla y “tiene que haber otro titular a partir de octubre”.
“A mí no me interesa –dijo- que él esté ahí. Tiene que llegar otra gente para ver cómo está la dependencia y cheque bien. Ya le toca a otra persona ver cómo está trabajando Veracruz respecto a los sistemas de auditorías”.
Gómez Cazarín, pastor de los diputados de Morena es un convencido que debe llegar a ORFIS “alguien que no tenga las manos manchadas y haga las cosas de manera correcta”.
Portilla, sin embargo, borracho de poder piensa otra cosa.
No solo le invierte en billetes, sino cacareando el supuesto apoyo de la federación y, según él, del propio presidente Andrés Manuel López Obrador presuntamente complacido con las denuncias presentadas por ORFIS contra Miguel Angel Yunes.
Al viaje del Auditor a la Ciudad de México, para presentar las denuncias ante la Fiscalía General de la República, según el diputado Gómez Cazarín, se le ha dado una connotación partidista, pero no es así “esa es su obligación”.
El otro matiz de este controvertido asunto lo representa el informe con que cuenta el Congreso del estado que eventualmente llevaría a Lorenzo Antonio Portilla a juicio político.
En él se da cuenta la ilegal omisión en la revisión de cuentas del mandato de Javier Duarte a cuyo gobierno, ya en el régimen de Miguel Angel Yunes, Portilla Vázquez acusó de presunto desvío de 65 mil millones de pesos.
Y aunque los señalamientos solamente fueron en los medios de comunicación veracruzanos, Lorenzo Portilla tiene responsabilidad legal ya que Javier Duarte ha sido juzgado por delitos diferentes a los que supuestamente denunció ORFIS.
En paralelo la danza de las cifras y la ausencia de pruebas en contra de Yunes Linares es otra de las grandes dudas manifiestas en el recuento documental del Congreso ya que los papeles de ORFIS carecen de sustento legal al no poderse comprobar supuestos desvíos por 67 mil millones de pesos.
Consecuentemente se considera que la información llevada por Portilla a la Fiscalía General de la Federación para los morenos carece del respaldo jurídico al no contar con los elementos incriminatorios, ni haber hecho las denuncias ministeriales de manera oportuna.
Queda además la duda de por qué no denunció las irregularidades en la cuenta pública del 2017. Se intuye sesgó los resultados porque aún era gobernador Yunes Linares y sabía que rodaría su cabeza si así lo hiciere.
Lo mismo sucedió con la del 2018 cuyos resultados los ha mantenido guardados para tener boleto y poder subirse al carro de la Cuarta Transformación.
Son muchas y muy variadas las omisiones legales de quien ante la opinión pública es un pillo de siete suelas que busca reelegirse aun cuando el horizonte no solo es complicado para él y sus cómplices, sino para su propio futuro en donde podría verse tras las rejas en Pacho Viejo concluyendo así los días de vino y rosas que por siete años ha venido disfrutando.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |