Un caso muy singular habrá de presentarse el próximo jueves, en el recinto legislativo de la avenida Encanto, en Xalapa.
Ese jueves será el último día en el que miembros de la Comisión de Vigilancia del Congreso local habrán de entrevistar a aspirantes a encabezar el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis).
Los 15 diputados que integran la Comisión de Vigilancia se repartieron, en grupos de tres, para entrevistar a los 54 aspirantes que pasaron el primer filtro, el cumplimiento de los requisitos documentales que marca la convocatoria.
Para ese jueves, en el que toca entrevistar al último grupo de aspirantes, corresponderá la tarea a los legisladores de Morena Víctor Emanuel Vargas Barrientos y Wenceslao González Martínez, así como al panista Juan Manuel de Unanue Abascal.
Lo curioso del caso es que ese día está citado para ser entrevistado el contador Sergio Vázquez Jiménez, quien fuera presidente del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, posición desde la cual denunció la irregular decisión de la Comisión de Vigilancia de la LXIV Legislatura (la anterior a la actual) de dar por solventadas obervaciones que hizo el Orfis a diversos entes fiscalizables, ¡sin consultar ni recurrir al propio órgano fiscalizador!
Esa maniobra a todas luces ilegal -que habría dejado jugosos dividendos para sus autores- fue dirigida por quien entonces presidía la Comisión de Vigilancia, el panista Juan Manuel de Unanue.
El señalamiento del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, pero en especial de su Presidente, provocó una furibunda reacción del panismo veracruzano. A Sergio Vázquez Jiménez le inventaron numerosos casos de presunta corrupción (no había mejor arma para atacar a ese comité ciudadano, que acusándolo de corrupto), señalamientos que se dieron sólo en los medios y que tuvieron como único fin enviarle el mensaje a Vázquez Jiménez de que “le bajara” a sus denuncias.
Ha pasado el tiempo. Hoy son otras las circunstancias. Ya no gobierna el PAN y la fuerza que en aquel entonces presumía De Unanue, se ha esfumado. ¡Vaya! Hasta en la elección interna de su partido le apostó el caballo perdedor.
Sergio Vázquez, en cambio, retornó a sus actividades profesionales y se consolidó como uno de los más fuertes aspirantes a la titularidad del Orfis.
De Unanue sabe que en el edificio de Arcos Sur (la sede del Orfis) hay un expediente sobre aquel irregular negocio realizado bajo el cobijo de Miguel Ángel Yunes Linares.
Todavía puede haber consecuencias.
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Epílogo.
Bien reza el dicho: “Cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras que huyen”. Resulta que desde que Jorge Winckler fue separado de la Fiscalía General del Estado (FGE) nada se sabe del Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio. La encargada del despacho de ese órgano autónomo está tomando nota de su ausencia y en los próximos días podría enfrentar el mismo destino de su amigo y alumnos, Jorge Winckler. *** Ha pasado una semana desde que se dio la sacudida en la Fiscalía estatal, y hay quienes siguen dando por buenas las versiones divulgadas en redes sociales, con la evidente etiqueta de los “operadores” de Yunes Linares. Ni Tomás Mundo, ni Paco Bravo, fueron incorporados a la Fiscalía. Tampoco fue cierta la versión de que estaban “desplazando” a los fiscales que tienen a su cargo los procesos en contra de Javier Duarte. Otro engaño fue la versión de que Manuel Fernández Olivares, conocido como “El Pámpano”, había sido nombrado Abogado General, o que Saúl Contreras quedaría al frente de Comunicación Social. *** Antes de emitir una opinión, tendríamos que verificar la veracidad de la información que nos llegue. Ciencias de la Comunicación, nivel párvulos.
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