¡Ay m’ijo! ¡Estás viendo la tormenta y no te hincas!
Para nadie es un secreto que la familia Yunes (la que sentó sus reales en El Estero de Boca del Río) la está pasando mal.
A raíz de su fracaso al intentar prolongar por ocho años, a través del primogénito, su control político en Veracruz, su panorama se ha ensombrecido. Les quedó un solo escudo, un último blindaje, para evitar que les pasaran factura por todos los atropellos que cometieron.
Ese último bastión era Jorge Winckler, impuesto en la Fiscalía General del Estado (FGE) para que funcionara como dique contra las embestidas judiciales que, anticipaban, lanzaría el nuevo gobierno emanado de Morena.
Jorge Winckler se fue… Más bien fue sacado a patadas de la Fiscalía y con él se fueron las últimas esperanzas de Miguel Ángel Yunes Linares de gozar de una tregua que le permitiera rearmarse y volver a intentar el asalto de Palacio de Gobierno en el 2024.
Desde la propia Fiscalía y desde el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) están ventilando los documentos que acreditan las múltiples irregularidades cometidas en apenas dos años de gobierno, lo que dará pie a un buen número de denuncias penales.
Llama la atención, sin embargo, que en muchos casos se detectó que durante ese bienio fueron favorecidos miembros de la familia Yunes, con contratos asignados directamente, sin licitación de por medio.
Para un sujeto tan desconfiado como Miguel Ángel Yunes Linares, resulta muy difícil encontrar a sujetos (menos aún en la política) dignos de su confianza, de manera que en sus principales negocios siempre contó con la participación de alguien de su familia.
Lo sabía él y lo sabían sus socios: La red que lanzó Morena es muy grande y en ella caben todos los que participaron en los negocios ilícitos de la familia Yunes.
Por eso causó sorpresa que un miembro muy cercano de su familia, su sobrino Elías Yunes Crespo, se haya “enganchado” con el personal de Tránsito del Estado que le marcó el alto y le pidió mostrara sus documentos.
La detención estaba justificada: Viajaba en un vehículo (Nissan tipo Sentra color negro) que no llevaba la placa delantera y tenía los vidrios polarizados. Además, al pedirle sus documentos, admitió que no portaba la licencia de conductor.
Los oficiales le pidieron que bajara del vehículo, pues las infracciones cometidas eran motivo para que la unidad fuera enviada al corralón, pero el iracundo Elías Yunes intentó fugarse, mediante una maniobra en la que arrolló a un motociclista de Tránsito, y a pesar de ello persistió en su intento de evadir a los uniformados, lo que provocó que lanzara su vehículo contra el oficial Manuel Alberto Rodriguez Santos, a quien le aplastó una de las piernas, pero no contento con eso se echó de reversa para volverlo a lastimar.
Como procede en estos casos, los oficiales de Tránsito solicitaron el apoyo de la policía estatal, que se llevó detenido a Yunes Crespo, y fue puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado. El oficial de tránsito fue canalizado a un hospital cercano y más tarde presentó formal denuncia por los delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones dolosas.
El mensaje del patriarca a los miembros de su familia fue: “Si no me ayudan, no me den más problemas”.
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Epílogo.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) prepara una fuerte recomendación contra autoridades de Veracruz, a raíz de las quejas de los familiares de las víctimas del atentado en el bar “Caballo Blanco”, de Coatzacoalcos. En el documento se denunciará, además, la vulneración al derecho de la intimidad por la filtración de las fotografías de quienes perdieron la vida en ese atentado, que dejó como saldo 31 muertos. *** La presidenta de la CEDH, Namiko Matzumoto reveló que tras analizar el material recabado, están por definir a qué autoridades será dirigida la recomendación. Todo parece indicar que en la investigación se logró dar con la identidad de quien hizo circular las fotografías de las víctimas. *** No puede ser tomado, de ninguna forma, como un acto de censura. La circular que se envió a las jurisdicciones sanitarias de Veracruz, para informarles que sólo el gobernador y el secretario de Salud serán las voces autorizadas para hablar sobre la situación del dengue en la entidad, es una medida que busca conducir la información oficial por los cauces adecuados, y evitar que se generen más confusiones. Lo importante ahora es que tanto Cuitláhuac García como Roberto Ramos Alor, mantengan informada a la población de la evolución de este problema de salud.
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