¡No le pudieron hacer el trámite! Se le dijo la semana pasada y la enviaron a denunciar los hechos en la Fiscalía General del Estado de Veracruz.
Debía ir a las oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que se ubica en Banderilla, para recibir una constancia de no tener multas federales.
Debía ir a las oficinas de Hacienda Federal del Estado a recibir otra constancia de no adeudos por multas e infracciones.
Ir a la Dirección General de Tránsito del Gobierno del Estado de Veracruz para obtener una constancia de no adeudos de multas por infracciones estatales.
Después de cumplir con todos esos requisitos y tenerlos de manera positiva es decir sin adeudos y sin infracciones sin pagar; debía pagar 731 pesos por la reposición.
Así que después de cumplir con la consecución de todo lo anterior, se presentó esta mañana en la oficina de expedición de licencias, enojada dijo, pero tranquila de que por fin podría tener su necesaria e indispensable licencia de conducir.
Habló con la señorita encargada, con una sonrisa forzada y le dijo orgullosa que ya le traía todos los documentos que le había solicitado.
La señorita vio los papeles, los revisó y contra revisó, tal parecía que quería y deseaba con todas las fuerzas de su corazón encontrar algo fuera de orden. Con un semblante de enfado, la señorita le dijo finalmente:
Muy bien señora. Me da su comprobante de domicilio reciente y alguna identificación oficial…
Y ahí fue donde la puerca torció el rabo.
Señorita ya le dije que ayer me robaron la bolsa en el Súper Chedraui de Plaza Ánimas y se llevaron todas mis identificaciones y hasta las tarjetas de crédito. ¡Ya se dije antes!
Pues lo siento, señora pero no puedo hacer nada y sin inmutarse, volvió los ojos a la fila y dijo con voz de sargento mal pagado:
¡El siguiente!
La señora ardió en ira igual que las demás personas que se habían percatado de la discusión. Una ira ahogada pues no daba crédito a lo que habían presenciado y presas de la impotencia vieron como la señora salió de la oficina con la frustración encima:
¿Este es el gobierno de la Cuarta Transformación? Dijo y se perdió entre las calles de Xalapa, la capital veracruzana.
Este es solo un caso en el que los ciudadanos viven sus propios viacrucis diarios al presentarse en oficinas públicas ser atendidos por servidores públicos y sus inflexibles requisitos.
Pero lo mismo suele pasar en la mayoría de las oficinas cuyo funcionamiento se pagan con nuestros impuestos en las que se supone se les debe facilitar la vida-
El colmo es que la señora ya había gastado 400 pesos para poder obtener todas esas constancias mencionadas. Además de su gasolina y el tiempo. Ese valioso tiempo que se requiere para ganarse honestamente el pan de la familia. Y, por si fuera poco de donde sale lo que se paga de impuestos que se les pague e esos servidores públicos encargados de amargarle la vida a los ciudadanos.
Esta pobre señora sí que está en un terrible e insalvable hoyo.
Desgraciadamente, como lo dijo la señorita encargada de la oficina de licencias, no habrá poder humano que pueda ayudarle a esta sufrida señora que de seguro llegará a su casa a prender veladoras para no cometer alguna falta de tránsito que le pida una licencia que no tiene; ya que además de una nueva multa y gastos correrá el riesgo de que le quiten su auto y lo lleven al corralón, hasta que pueda, -porque así es la normatividad de las dependencias públicas, presentarse a reclamar su auto.
Desde luego antes deberá presentar:
¡Su identifican oficial!
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