Tan transcendental que ese violento 26 de enero el estado de Guanajuato fue el que más víctimas reportó con 22 homicidios; le sigue Chihuahua con 15; Estado de México con 10; Michoacán y Quintana Roo reportaron 7 casos, y la Ciudad de México, Jalisco y Oaxaca con 5 cada uno.
Así, Alfonso Durazo puntualizó “en algunos rubros de la incidencia criminal, hemos logrado bajas de menores a sensibles, este año es definitivo para regresar la paz y tranquilidad a nuestro país”.
En ese mismo evento con el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, agregó “se está respondiendo a las esperanzas que la ciudadanía ha depositado en la actual administración federal, esto con el apoyo de la Sedena y la Semar junto con la Guardia Nacional”.
Uno de los casos con mayor incidencia criminal es Guanajuato, quizá en la última década esté considerado como uno de los estados con mayor crecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB) con un crecimiento medio del 5 %, es decir, por encima de la media nacional; sin embargo, en el lado oscuro, es la entidad donde más homicidios se han cometido, sumando así un récord más para la entidad del Bajío.
Paralelamente, Guanajuato es un ejemplo de la violencia que vive el país, tan sólo en 2019 se registraron 4.494 homicidios, esto según los informes del SESNSP, es decir, fue el mayor número de homicidios de su historia reciente.
Aunado a que vive con los mayores problemas de narcotráfico, así como una constante guerra entre los carteles de las drogas, una situación similar que viven Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa y Guerrero. Además, se suma la creciente disputa por el empoderamiento del mercado ilegal de combustible.
Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gobernador panista de Guanajuato, ha criticado las estrategias de la Guardia Nacional a las que ha señalado estar “mal distribuida”, esto después que se enviaron a la entidad 4 mil elementos.
“De nada sirve tener bases de operación con los elementos guardados, necesitamos que salgan a vigilar, a hacer operativos”, expuso Rodríguez Vallejo, al criticar que los elementos enviados se mantenían encuartelados.
A esto se añade que hasta el 29 de enero del 2020 se contabilizaron 7 asesinatos de oficiales de seguridad, más del doble de los que se registraron en 2019, esto quiere decir que la violencia aumenta.
Pero igual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que dos ciudades registraron un alto índice en percepción de inseguridad y estas ciudades fueron: la capital, Guanajuato (83.5%) y León (80.1%).
Por lo que el INEGI considera que “el temor al delito puede hacer cambiar las rutinas o hábitos de la población, así como la percepción sobre el desempeño de la Policía”.
Aún con todo, las cifras no ayudan a Veracruz, aunque es el puerto más importante del país, este estado no ha dejado de vivir la ola violencia.
Tan sólo en enero se tuvo 65 muertos, y ahora en febrero se podrá comenzar el conteo con el asesinato del panista Jorge Baruch Custodio, exalcalde del municipio de Soconusco, quien además fue allegado de la administración de Miguel Ángel Yunes, ya que desempeñó como delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, en el sur.
Los diputados panistas de Veracruz han calificado que la violencia tiene secuestrado al estado, donde los hechos como los asesinatos son consecutivos y ponen al estado a la cabeza nacional en ingobernabilidad.
Y como ya lo dijo el presidente López Obrador en su conferencia matutina, “Los estados que siguen en segundo y tercer lugares en índices de homicidios son Chihuahua y Veracruz con el 39%”.
No es un secreto a voces que el estado de Veracruz carece de autoridad para hacerle frente a esta grave ola de violencia, que no sólo se vive, sino que hay testimonio, recordemos que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el récord de las incidencias delictivas a nivel nacional en 2019 sólo en Veracruz ocurrieron 51,170 casos. PEGA Y CORRE. - Alfonso Ramírez Cuéllar se está ganado la expulsión de Morena desde el momento en que se erige como dirigente de ese partido sin ser reconocido por nadie. Esta vez, Movimiento Ciudadano y PRI le tomaron la palabra y se dijeron dispuestos a abrir el debate sobre el recorte al financiamiento de los partidos, pero lo condicionaron a incluir una serie de temas igual de importantes como la autonomía del INE y la viabilidad de la democracia en México. Lo cierto es que en los estatutos de Morena no existe la figura de presidente interino y la asamblea que lo eligió no contó con la mayoría real de los que debieron votar. Por si fuera poco, hicieron a un lado la propuesta del Presidente de la república de elegir por medio de encuesta a su nuevo dirigente. Desde luego que al PRI y a MC les urge darle legitimidad al espurio para poder tener en él un aliado y no un contrincante… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
angelalvarop@hotmail.com |