Recién el congreso local aprobó la revisión a la cuenta pública 2018, que presenta daño patrimonial por más de 3 mil millones pesos y ahora es la Auditoría Superior de la Federación la que emite resultados de la auditoría al sistema de vigilancia, señalando que se observan en su totalidad los casi 350 millones de pesos al no encontrar los equipos supuestamente adquiridos.

De esta manera queda claro que la administración de Yunes Linares no fue lo honesta que pregonaron ni lo eficiente y legal que presumían cuando todos los acusados de presuntos ilícitos ahora gozan de libertad. No queda uno en el bote.

Así, el castillo de naipes que construyeron y con el que engañaron en los dos años, cae al suelo y deja ver la realidad de un grupo político que le hizo mucho daño a Veracruz.

Pero si bien es cierto que en lo local ya se toman las medidas pertinentes para no dejar impunes a los que desviaron recursos, también es cierto que la ASF puede ser la punta de lanza que vaya por el jefe del grupo, que mientras tanto vive en Miami, alejado lo más que puede del terruño.

Es muy probable que pronto veamos más acciones en contra del jefe del clan, empiezan a juntarse las piezas del rompecabezas y habrá noticias que dejarán en la total orfandad a los pocos leales que le quedan.

Mientras se entretienen en defender los frentes que tienen abiertos, se les va diluyendo la posibilidad de exigir o imponer candidaturas para ese grupo en el año 2021.

El boquete que le abrieron al PAN no cerrará a tiempo para competir. Se irán seguramente al fondo de las preferencias, sin militancia, sin simpatizantes, sin ánimo, deshechos por dentro, divididos y reducidos.

Es el saldo del Yunismo. Se lo hizo al PRI y al PAN. Al PRD casi lo desapareció. 

¿Quien más se atreverá a seguirlos?