Aseguró que no hay pruebas de que haya cometidos un presunto delito, lo que probablemente signifique que no vió el video que todos vimos, en el que muestra la manera en que no solo increpó a la autoridad, sino que arengó a los pobladores para mover un cadáver sin que se le hubiera practicado la necropsia de ley.
Pero lo peor le vino cuando el dirigente estatal del PAN, Joaquín Rosendo Guzmán Avilés le dijo a las y a los legisladores de su partido que no hay línea para la votación de este miércoles, que lo pueden hacer en libertad con los electos que tengan al respecto.
Es decir, sacaron las manos, lo que sabe el señor Aguilar, se traduce en que probablemente no tendrá la votación para revertir el dictamen.
Llama la atención que se acompañará de sus padres en la rueda de prensa. Habrá que decirle que quien se lo haya propuesto es su peor enemigo y si fue idea de él, pues igual.
Aguilar debe entender que debe enfrentar las consecuencias de sus actos y de sus dichos, que por cierto, han causado el enojo de todos los sectores que condenan el lenguaje misógino, lépero y violento en contra de la encargada de la Fiscalía, antes que nada mujer, algo que ha sido imperdonable.
No articula una disculpa, no parece darse cuenta de lo que sucedió, vive en su mundo y este se le cae en la sesión extraordinaria. |