En la conferencia de prensa de este lunes, durante el tiempo que se dedica a dar a conocer “quién es quién” en los precios de los combustibles, volvió a destacar el puerto de Veracruz como uno de los sitios con los precios más bajos en gasolinas y diésel.
En la gasolina regular (más conocida como “magna”) el precio más alto se ubicó en Los Cabos, Baja California Sur (20 pesos con 34 centavos por litro), mientras que la más barata, fue localizada en el expendio de Jorge Eugenio Soto Yarto, en el puerto Veracruz (11 pesos 97 centavos por litro).
Para la gasolina Premium, la más cara fue localizada en el Servicio San Juan José Ríos, en Guasave, Sinaloa (21 pesos 99 centavos por litros), y la más barata en el Servicio La Naviega, en Veracruz (12 pesos 60 centavos por litro).
Con el diésel pasó algo similar: la más cara está en Combustibles y Servicios Jardín de Juárez, en Hermosillo, Sonora (21 pesos 46 centavos por litro) y la más económica en Las Granjas, en Veracruz (16 pesos con 59 centavos).
¿Por qué en Veracruz la gasolina suele ser más barata?
No, contrario a lo que muchos creen, eso no se debe a la “buena voluntad” de nuestro Presidente.
A partir de enero de 2017 (Andrés Manuel López Obrador es Presidente desde diciembre del 2018) la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dispuso que los precios de las gasolinas y el diésel dependerían de una serie de factores, los cuales estaban plasmados en una fórmula, destacando como los más relevantes: el precio internacional del crudo, el precio de la gasolina importada, los costos de logística y distribución, y el tipo de cambio peso/dólar.
La logística y distribución del combustible es el factor que incide en que el precio sea más bajo en el puerto de Veracruz, pues es justamente a ese puerto al que llega la gasolina importada y, por lo tanto, su traslado a las estaciones de servicio tiene costos más bajos.
Antes, hasta diciembre del 2016, los precios de las gasolinas y el diésel eran determinados directamente por la SHCP. La venta de gasolina fue por muchos años un monopolio estatal, por lo que no respondía a cambios en el mercado sino a los criterios y necesidades del gobierno. De esta manera, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se convirtió en el mecanismo con que se ajustaban dichos precios.
Hoy las condiciones convergen: Un pronunciado desplome en los precios internacionales del petróleo provoca que los precios de la gasolina importada también bajen y aunque la caída del peso impacta, la diferencia sigue favoreciendo a México como importador.
Y es que México es, en esencia, un gran importador de gasolina. Seis de cada diez litros de gasolina que se consumen en el país son importados, pues la producción nacional ha disminuido y las refinerías mexicanas funcionan por debajo de la mitad de su capacidad.
El colmo para los consumidores es que, ahora que los precios están a la baja, nadie puede utilizar sus vehículos, o lo hacen de forma limitada, debido a la condición de cuarentena sanitaria que ha impuesto el gobierno para aminorar los efectos del virus Covid-19.
Los transportistas ven reducidos sus gastos, pero también su trabajo, de tal manera que de nada sirve que tengamos precios tan accesibles para el combustible.
A menos –claro está- que se planteen acapararla y sacarla a la venta cuando vuelva a subir de precio.
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Epílogo.
Este lunes el gobernador Cuitláhuac García anunció que, mediante una conferencia en video, se concluyó el protocolo de los Convenios para la Aplicación de los Recursos del Programa de Mejoramiento Urbano 2020 en los municipios de Veracruz y Coatzacoalcos con los que –dijo- se beneficiarán a las colonias más humildes de estos dos puertos. *** ?Los alcaldes de Veracruz y Coatzacoalcos, la subsecretaria de Sedatu Carina Arvizu y el gobernador, trabajaron de manera remota y coincidieron en que la aplicación de más de mil 100 millones de pesos en obra pública servirá para la reactivación económica, aletargada por la contingencia sanitaria. *** Hay un importante sector de la sociedad mexicana que sigue sin tomar con seriedad las recomendaciones para evitar el contagio del virus Covid-19. *** En virtud de que esa irresponsabilidad afecta no sólo a quienes desoyen las medidas de seguridad difundidas por el Sector Salud, sino al resto de la población con la que eventualmente tengan contacto, ya en varios municipios las fuerzas del orden están actuando con mayor energía y amagan con llevar a la cárcel a quienes sean sorprendidos en la calle sin una razón de peso. *** ¿Hasta donde tendremos que llegar?
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