Ahora, en la lucha por evitar que les quiten la mitad de las prerrogativas, los dirigentes partidistas, juntitos, se presentaron en el congreso local para buscar un momento mediático reclamando que no les dejan ver las actas de los cabildos que han votado a favor de la reforma electoral y que hasta el viernes pasado sumaban 116.
Es difícil creer que, como dicen, hay chanchullo. Por que de ser cierto que lo hay, pues exhibes las actas que demuestran que tienes la razón y tan tan. Al no hacerlo, es que no las tienen. ¿o acaso sus ediles no les pudieron enviar copia o captura de las mismas?
Acusaron presiones, pero el presidente municipal de Orizaba, Igor Rojí dice que no es cierto, que votaron a favor por que les conviene. Lo mismo hicieron los demás, muchos de ellos se los dijeron, no quieren enfrentarse al gobierno estatal.
Así que todo quedó en ruido mediático mal encausado, que no trascendió gran cosa y mucho menos ayudó a su causa.
Deben estar muy preocupados de no tener el control de quienes pertenecen a sus institutos políticos y que hoy se brincan a las dirigencias y toman decisiones a conveniencia. Y más preocupados de saber que no contarán con recursos suficientes para lo que viene. Sin disciplina interna y sin lana, así estarán enfrentado las elecciones.
Cómo sea, habrá que reconocer que la operación política de la dupla Cisneros-Cazarín los dobló y da resultados a la 4T de cara a las elecciones intermedias del próximo año que serán determinantes para ese proyecto político.
Así reciben los de morena este lunes al Presidente López Obrador, con resultados para su causa.
Consumada la reforma electoral, Veracruz será el primer estado que reduce a la mitad el financiamiento público de los partidos, para destinar los recursos a obra pública.
Y las dirigencias azul, roja y amarilla han perdido de nuevo, no solo contra los operadores morenistas, sino también al interior, en donde no todos les obedecen, como es público y notorio. |