Se ha entrado ya a la etapa en la que la fase dos de la pandemia del coronavirus, era inevitable.

A diferencia de hace once años, en la que México y en particular Veracruz, fue el epicentro del brote de la epidemia de H1N1, en esta ocasión, al darse tan lejos, ha permitido no solo observar la evolución y las medidas que han sido efectivas en otros países para disminuir el número de contagios, sino que también ha dado espacio suficiente de tiempo para implementar las acciones que tiendan a minimizar el impacto del virus entre nosotros.

Los gobiernos federal y estatal han actuado en base a parámetros internacionales y han sido puntuales no solo en la información, también en las instrucciones a seguir.

Hay quienes ven Europa y quieren que aquí ya se haga lo mismo. No estamos en el mismo escenario, al contrario, para no llegar al desastre que estamos viendo en el viejo continente, tenemos que hacer lo más elemental: obedecer las instrucciones.

Está en nosotros que impacte lo menos posible si hacemos lo que nos piden, que no es mucho. No expongamos a nuestras familias y a nuestros entornos con el valemadrismo que nos caracteriza y del cual sentimos tanto orgullo.

Es tiempo de tomar con seriedad el llamado de la autoridad, que hace lo que debe, pero que sin nuestra unidad no será posible salir adelante.

Es tiempo de escuchar con atención y seguir los avisos. Es importante seguir los medios oficiales de difusión acerca del coronavirus, evitar los canales no oficiales que difunden información falsa.

En el estado, desde la noche de este lunes, el secretario de salud, Roberto Ramos Alor, es el encargado, a las 20:30 horas, de proporcionar la información. Hay que atender el mensaje diario y acatar lo que se nos pida.

Además de las plataformas digitales del gobierno del estado, Radiotelevisión de Veracruz transmitirá estos cortes diarios para que estemos todos enterados.

Está en nosotros. Hagamos nuestra parte con seriedad y con responsabilidad.