Todo es producto de la calentura pre-electoral. La misma guerra que escenifican los grupos al interior de Morena, se presenta en las filas del Partido Acción Nacional (PAN).
Este fin de semana se hizo evidente algo que al interior del PAN se conocía ampliamente: las profundas diferencias entre el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez y el senador panista Julen Rementería.
Todos conocen, además, el origen: se llama Miguel Ángel Yunes Linares.
Cuentan los propios panistas que cuando el exgobernador del bienio diseñaba su proyecto monárquico (mantener el poder en Veracruz hasta por 14 años, esto es, los dos suyos, y seis más para cada uno de los dos hijos que lo han acompañado en la política) se encontró con el obstáculo que le representaba Julen Rementería, un político de carrera, exalcalde de Veracruz y que había ido construyendo las circunstancias para aspirar a la gubernatura.
Lo invitó a su gabinete (lo nombró secretario de Infraestructura y Obras Públicas cargo, por cierto, por el que tiene señalamientos del Orfis) y lo impulsó para llegar a la Cámara Alta, a cambio de que le cediera al mayor de sus hijos, Miguel Ángel, la candidatura panista al gobierno estatal.
Julen aceptó, aunque puso sus condiciones: Se hacía a un lado en la carrera por la candidatura a gobernador en el 2018, a cambio del apoyo necesario para ser él quien compitiera por ese mismo cargo en el 2024 y –además- en el 2021 su hijo Bingen sería el abanderado del PAN a la alcaldía del puerto de Veracruz.
Yunes Linares no tuvo problemas en aceptar las condiciones; lo que le importaba era despejarle el camino a su primogénito, y ya vería después si cumplía esos compromisos.
Lo que no consideró Miguel Ángel Yunes Linares, en su soberbia, fue la posibilidad de que su hijo fuera derrotado. Entendía que iba a enfrentarse al “efecto Peje”, pero confiaba en que había hecho lo necesario para garantizar el triunfo de su vástago.
Se equivocó.
Muy pronto, luego de las elecciones del 2018, Julen Rementería entendió que Yunes Linares no iba a cumplir con lo pactado, intentaría imponer a su hijo, una vez más, en el 2024 y, por lo tanto, hasta la alcaldía de Veracruz para Bingen estaba en riesgo.
Fue entonces cuando decidió sentarse con uno de los aspirantes a la dirigencia estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés.
Ya había pasado el proceso interno, y aunque había resultado ganador José de Jesús Mancha (un alfil del yunismo azul) el proceso fue impugnado y el tribunal electoral lo anuló y ordenó que se volviera a realizar.
El acuerdo fue parecido: El apoyo de los Rementería y sus huestes a la dirigencia de Joaquín Guzmán, a cambio de las candidaturas del 21 (Bingen al puerto de Veracruz) y del 24 (el propio Julen por la gubernatura).
La segunda contienda interna fue muy cerrada, y los votos que le generó Julen Rementería marcaron la diferencia, por lo que el compromiso estaba sellado.
Sin embargo, la famila Yunes Linares no se iba a quedar de brazos cruzados. El patriarca logró incrustar a su hijo -el derrotado Miguel Ángel Yunes Márquez- en el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, con el evidente objetivo de rehacer el camino y construir su segunda candidatura al gobierno estatal para el 2024.
Al mismo tiempo convirtió el ayuntamiento de Veracruz –presidido por otro de sus hijos, Fernando- como el bastión desde el que se defenderían de los embates de Morena, pero además desde donde se lanzaría una campaña de desprestigio mediático (como el que le armó a Javier Duarte desde Boca del Río) contra el gobierno de Cuitláhuac García.
Este lunes Julen Rementería “sugirió” la posibilidad de que haya sido el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez, el autor de la nota filtrada en redes sociales, sobre su supuesta presencia en la Casa Veracruz, residencia oficial del gobernador Cuitláhuac García.
De inmediato Fernando Yunes le respondió y advirtió que no tenía “necesidad” de fabricarle algo, porque “todo mundo lo conoce”.
No dejó ahí su dicho. Aprovechó para acusar al senador de su partido de haber “vendido” la alcaldía de Veracruz.
“Los panistas y los veracruzanos saben quién es Julen Rementería, saben que es alguien que fue capaz de vender a su propio partido”, dijo y atribuyó el señalamiento del senador a “la desesperación por imponer a su hijo como candidato a la alcaldía de Veracruz”.
Como se puede ver, la guerra en el PAN ya inició y muchos otros desplantes como este habremos de conocer.
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Epílogo.
Impecable, el ejercicio de honestidad del titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Zenyazen Escobar, al admitir que todavía hay escuelas que resultaron dañadas por el sismo del 2017 y que no han sido rehabilitadas. Atribuye esa omisión a “proceso administrativo-juridico del Fondo de Desastres Naturales”. *** Pierde de vista el funcionario que tiene ya casi dos años al frente de esa dependencia, tiempo suficiente para resolver cualquier falla burocrática. No vaya a ser que ocurra una desgracia y resulten afectados los niños. Al menos para eso debería servir que se haya prolongado la educación a distancia. *** La Secretaría de Protección Civil informó que se desplomó una aeronave en el municipio de Tecolutla, suceso en el que falleció una persona y otra resultó herida. Esto ocurrió a las 14:35 horas en la calle Paseo de las Palmas, a la altura del Hotel Aldana.
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