Este martes el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados (y fuerte aspirante a la dirigencia nacional de Morena) Mario Delgado, informó que se busca desaparecer 109 fideicomisos, y no alrededor de 55 como se había informado en un inicio, con lo que se espera obtener 68 mil millones de pesos.
En principio se tenía previsto obtener con estas extinciones 150 mil millones de pesos, pero se decidió que el Fideicomiso Fondo de Salud Para el Bienestar no desaparecerá; tan solo dicho fondo tiene recursos por 97 mil millones de pesos.
La bancada de Morena acata, así, una instrucción directa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien incluyó esta medida como uno de los 100 compromisos que hizo al tomar posesión.
Su argumento, como en varias decisiones, fue que esos fondos habían sido utilizados “con opacidad para financiar actos de corrupción”. No mostró una sola prueba y tampoco la Fiscalía General de la República (FGR) ha procedido penalmente contra alguien que se haya podido beneficiar de estos fideicomisos.
La única razón real es que el Presidente tachó estos mecanismos financieros como “herramientas de corrupción” y ese es suficiente argumento para desaparecerlos.
En Veracruz siguieron al pie de la letra la instrucción del Presidente.
El gobernador Cuitláhuac García ordenó la extinción de los fideicomisos públicos a través de un Decreto publicado en la Gaceta Oficial del Estado el pasado 21 de abril, en el que se apunta: “Los derechos y obligaciones derivados de dichos instrumentos serán asumidos por las dependencias coordinadoras de sector correspondientes con cargo a su presupuesto autorizado, de conformidad con las disposiciones aplicables”.
La realidad es que los gobiernos –el federal y el de Veracruz- enfrentan un severo problema de liquidez. A nivel nacional, López Obrador ya agotó las reservas que le fueron heredadas por el “gobierno corrupto y neoliberal” de Enrique Peña Nieto, y sigue necesitando recursos frescos para que no se detengan sus proyectos monumentales (el apropuerto Santa Lucía, la refinería Dos Bocas y el tren Maya), así como para mantener la inyección de recursos a sus programas asistenciales, que son el pilar en el que se sostiene su proyecto electoral del 2021.
Mario Delgado reiteró que los recursos que se obtengan de la extinción de fondos y fideicomisos serán destinados para la atención de la contingencia sanitaria en el país, la crisis económica y el financiamiento de los programas sociales de bienestar.
Y aclaró:
“Aquellos que desaparezcan no necesariamente desaparecen los apoyos ni las obligaciones del gobierno que tenían derivado de estos instrumentos”.
A final de cuentas se trata un “auto-préstamo”. Esto es, que se toma el dinero que sostenía esos fideicomisos, y los compromisos adquiridos se irán cubriendo mes con mes, con fondos de la Secretaría de Hacienda.
Es una manera de seguir presumiendo que durante su gestión “no se contrata más deuda”.
Además, como son fondos que no fueron considerados en la Ley de Ingresos del presente año y, por lo tanto, no tienen un destino específico en el Presupuesto de Egresos, quedan para que el Presidente disponga de ellos a su absoluta voluntad.
Negocio redondo… que se replica en Veracruz.
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Epílogo.
El presidente de “Todos por Veracruz” Jesús Vázquez González cuestionó este martes la reforma en materia electoral que impulsa la mayoría de Morena en el Congreso local y que sería sometida a votación el próximo jueves. *** En opinión del dirigente partidista (el único que hasta el momento se ha manifestado sobre dicho tema) la reforma busca debilitar al Organismo Público Local Electoral (OPLE) y al Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) para facilitar la intervención del gobierno en beneficio de sus candidatos. *** “Morena está más preocupado por los votos que por la gente. Mientras hay decenas de iniciativas que buscan ayudar a los veracruzanos a enfrentar la crisis económica y de salud, Morena presenta una nueva reforma que dictamina y aprueba en menos de una semana. Está claro que el partido en el poder no acepta competir en condiciones de equidad y certeza”, afirmó. *** Un reportaje de Noticieros Televisa dio a conocer que se reportaron nuevos casos de infección por heparina sódica (problema que se detectó originalmente en Tabasco) ahora en el Hospital Naval de Veracruz, en el que al menos 47 personas resultaron afectadas por utilizar un medicamento adulterado. *** La sustancia con la que los pacientes se infectaron en Veracruz, fue la misma que se aplicó en Tabasco, heparina sódica, que se usa para tratamientos de hemodiálisis. El medicamento presuntamente fue alterado y vendido por distribuidores independientes, al igual que ocurrió en Tabasco. Llama la atención que en este caso, no hubo una alerta sanitaria por parte de Cofepris, para advertir del riesgo de usar el fármaco. *** Los contagios de 47 personas en Veracruz ocurrieron en el mes de enero. El medicamento fue adquirido por el Hospital Naval de Veracruz , el 17 de diciembre de 2019 a una empresa llamada Comercializadora de Medicamentos de México, (Comemex). *** La empresa reportó un domicilio ubicado en calzada de Guadalupe I. Ramírez número 571, colonia Potrero San Bernardino, en la alcaldía Xochimilco, Ciudad de México. Una visita a ese sitio permitió comprobar que ahí nunca ha habido una comercializadora de medicamentos. *** La Secretaría de Marina confirmó el brote en el Hospital Naval de Veracruz e informó que al detectar a los pacientes en proceso infeccioso, se suspendió el uso del fármaco y se dio aviso a Cofepris y a la Secretaría de Salud del estado. *** Ninguna autoridad del gobierno estatal ha querido opinar al respecto.
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